Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania
lunes, 12 de noviembre de 2007
Jesús habla a los peregrinos de Heroldsbach en Battenhausen después de la Santa Misa Tridentina Sacrificial.
Jesús ahora dice: Mis amados hijos, sí, Mis elegidos, tomen en sus corazones este hablar que les dije ayer. Ahora hablaré algunas palabras más para fortalecerlos. Sí, Mis amados hijos, hoy, en este día en que entrarán en Mi lugar de oración y el lugar de oración de Mi madre, muchos sacrificios los esperarán. Por eso quiero fortalecerlos especialmente para que puedan aceptar todos estos sacrificios en Mi amor, porque eso es lo que los hace fuertes. Nada les faltará si guardan este tesoro, este Santo Sacramento, que han recibido hoy con gran reverencia en esta Mi Santa Misa de Sacrificio a través de este santo sacerdote, profundamente en sus corazones.
Este amor y estas gracias, que he derramado sobre ustedes y aún derramaré, irradiarán mucho más allá de ustedes y les darán mucha fuerza en el próximo tiempo. Este poder, Mis hijos, lo necesitan. No se debiliten y perseveren. Siempre recuerden que estoy con ustedes. Yo, su tesoro, su perla, permanezco en sus corazones. Incluso si el maligno quiere derribarlos, estén vigilantes. Yo, el amor de Jesucristo, estaré en sus corazones y su madre nunca los abandonará en estos días de tribulación.
San Arcángel Miguel, visible a Mi pequeña, ha blandido hoy nuevamente su espada en las cuatro direcciones para detener el mal de ustedes una vez más. Guarden Mis palabras en sus corazones, porque todo es verdad y viene del cielo. Sean bendecidos, fortalecidos y protegidos, porque los amo en la Trinidad, en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Serán amados sin límite. Amén.
Orígenes:
El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.