viernes, 26 de mayo de 1995

Viernes, 26 de mayo de 1995

Mensaje de la Santísima Virgen María dado a la Vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

Nuestra Señora está aquí con un velo de color marfil y un vestido grisáceo. Ella dice: "Soy María Inmaculada - Madre de Jesús nacido Encarnado. Vengo a ti ahora en esta temporada de carencia y de abundancia, para guiarte más allá de las expectativas naturales, a maravillas divinas y provisión. El plan de Dios continúa multiplicándose en ti para albergar a los espiritualmente empobrecidos en el Santo Amor, que es el Refugio que todos deben buscar."

"La mayor profundidad sublime de la llama de Mi Corazón es el quinto paso de la santidad, y el último mandamiento que Mi Hijo dio estando en la tierra; Ese es, amaros unos a otros como Él os amó. Este es un amor incondicional que abraza a amigo y enemigo por igual. Aquellos que alcanzan esta profundidad de la Llama de Mi Corazón están en el Reino que vendrá - la Nueva Jerusalén. Ya no llamo a Mis hijos al umbral del Reino de Dios sino a la profundidad misma e interior de este paraíso de amor. Aquellos que no se han hecho pobres en espíritu y verdaderamente se han consagrado a la cruz, no podrán pasar tan profundamente en esta llama de amor."

"Mi invitación a ti ya no es solo una elección, sino un dictado, si buscas la reconciliación con Dios. Hay mal en los corazones que amenaza la unidad en la iglesia y la paz en las naciones. Debes ser la primera señal de Mi llamada a quienes te rodean. Continúa rezando, rezando, rezando."