domingo, 31 de diciembre de 1995

Nochevieja

Mensaje de la Santísima Virgen María dado a la Visionaria Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

MENSAJE DE AÑO NUEVO

Nuestra Señora viene vestida de blanco, de pie debajo de Su imagen en Mi dormitorio. Ella dice: "Hija Mía, vengo alabando a Jesús, nacido Encarnado. He preparado este día para ti, así como, según la Voluntad Divina, estoy preparando el año que se abre ante ti. No vengo a ofrecer predicciones, sino a abrir Mi Corazón a ti y al mundo. El año que viene verá prosperar la misión que te he dado, tanto en el mundo, como, más importante aún, en los corazones. Esto supondrá una amenaza para algunos y se dedicarán a intentar oponernos, pero sus intentos serán en vano. Una vez más, Mi gracia triunfará. En el mundo, el abismo entre Dios y el hombre seguirá ampliándose. (La Santísima Madre está llorando ahora.) Te animo a rezar por los impíos. Nunca asumas que has rezado lo suficiente. Dios honrará tus intentos más débiles. Se harán elecciones en contra de la tradición que comprometerán aún más la fe de muchos en áreas ciertas y específicas. Bien guardada estará la fe de aquellos cercanos a Mí. Turbulencias y paz competirán por los corazones y por un lugar en el mundo. Cada corazón será desafiado. Mi gracia continuará vertiéndose de Mi Inmaculado Corazón sobre la tierra. Muchos signos y prodigios resultarán -- desafiando a los incrédulos y convenciendo los corazones. El Rosario vencerá ciertos pecados. Por eso, aquellos devotos al Rosario serán perseguidos. Todo esto es una buena señal. La persecución muestra la mano del miedo de Satanás. Estoy contigo y, como siempre, te dirijo al Corazón Eucarístico de Mi Hijo. Deja que Él asuma el reinado en tus corazones como Príncipe de Paz en el momento presente, y así, en el año venidero. Con alegría te bendigo con Mi Bendición Maternal."