lunes, 8 de noviembre de 2004

Lunes, 8 de noviembre de 2004

Mensaje de Jesucristo dado a la Visionaria Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

"Soy tu Jesús, nacido Encarnado."

"He venido a dictarte el primero de muchos Mensajes sobre la santa pequeñez del corazón. Son estos los que alcanzan el Reino de los Cielos antes que todos los demás, pues son las almas infantiles que más se asemejan a la Divina Voluntad de Mi Padre."

Maureen: "Sólo quiero ayudar a la Iglesia a sanar, Jesús."

Jesús: "Así es como. Los espiritualmente pequeños son los que se anulan a sí mismos. Ponen a Dios y a los demás primero. De esta manera llevan el Amor Santo un paso más allá, pues aman a su prójimo más que a sí mismos. Los espiritualmente pequeños se deleitan en las pequeñas cosas, como la Mano de Dios en la naturaleza, el don de la vida desde el Cielo, las mismas comodidades que Dios les proporciona."

"Estas almas no están empeñadas en su propio camino o en sus propias opiniones. Sólo desean lo que Dios elige para ellos. Los espiritualmente pequeños nunca buscan reconocimiento, aclamación o prestigio a los ojos del hombre. Estas almas reconocen que la única opinión de valor es la opinión de Dios sobre ellos. Almas como estas desean el anonimato. Su espiritualidad está vestida con la vida oculta que comparten sólo conmigo. Los que intentan parecer santos a los ojos de los demás no han descubierto la verdadera santidad. El verdadero pequeño santo nunca anuncia las gracias que recibe del Cielo. Siempre desea que a otros se les considere más santos que a él mismo."

"Nadie puede alcanzar la santidad fuera de la pequeñez espiritual. Comienza a hacer esto conocido."