Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil

 

martes, 28 de febrero de 1995

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

 

¡La paz esté con vosotros!

Queridos hijos, os amo y soy vuestra Madre, Madre de los humildes, Reina de la Paz y Madre de Brasil.

Hoy, queridos hijos, vengo de nuevo a llamaros a la conversión.

Hijitos, abrid vuestros corazones a mi Hijo Jesucristo. Hoy, en esta noche, Jesús os invita a vivir y a escuchar cada vez más a Su Santa Palabra.

Hijos míos, en el Santo Evangelio se encuentra la Verdad más pura, que viene de Dios. Leed las Sagradas Escrituras todos los días. Tened fe en lo que los sacerdotes, mis queridos hijos, os enseñan, porque poseen el verdadero conocimiento que viene directamente de la Santa Iglesia Católica Romana, fundada por mi Hijo Jesús, que tiene como piedra angular y cabeza de la Iglesia al Santo Padre Juan Pablo II.

Hijitos, todo lo que mi hijo, el Papa Juan Pablo II enseña viene directamente de la boca de mi Hijo Jesús. El Papa representa a mi Divino Hijo en este mundo. Quien niega al Papa, está negando a mi Hijo Jesús. Y quien escucha al Papa, escucha a mi Hijo Jesús.

Orad, hijitos, orad. No dejéis la oración de lado. Rezad mucho el santo rosario, hijos míos, porque el santo rosario ahuyenta a Satanás de vosotros. Satanás odia a todos aquellos que rezan el santo rosario, porque no puede hacer nada contra ellos, porque están todos protegidos bajo mi Inmaculado manto. Gracias, hijitos, por todas vuestras oraciones. No dejéis el precioso tiempo para conversar con el Padre Celestial en oración de lado, para cambiarlo por las cosas del mundo que no os traen alegría.

Orad juntos y en familia. No dejéis pasar los preciosos momentos de intimidad familiar, porque Dios quiere derramar incontables gracias sobre cada uno de vosotros, así como sobre toda vuestra familia. Estoy siempre aquí, representada por esta pequeña imagen mía, para bendeciros y para colocaros a todos dentro de mi Inmaculado Corazón. No dejéis pasar las gracias. Venid, hijos míos, recibidlas. Llamad a todos mis hijos a la oración. No os retiréis. Necesito vuestra ayuda.

Yo, la Madre del Perpetuo Socorro, os ayudaré, porque Yo, vuestra Madre Celestial, quiero a todos vosotros bajo mi Inmaculado Manto. Gracias, hijitos, por todo. Gracias por vuestra disposición a venir aquí esta noche a escuchar este pequeño mensaje maternal mío. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Orígenes:

➥ SantuarioDeItapiranga.com.br

➥ Itapiranga0205.blogspot.com

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