sábado, 4 de marzo de 1995

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos, hoy es el primer sábado del mes. En este día, derramo incontables gracias de mi Inmaculado Corazón, como prometí a mi hija (Hermana) Lucía hace muchos años.

Queridos hijos, los cinco primeros sábados del mes los protegen mucho de Satanás, porque en estos sábados, todos aquellos que se dedican a cumplir lo que pedí en Fátima, obtendrán de mi Inmaculado Corazón gracias y validación en el día de su muerte, obteniendo de mi Hijo Jesús su salvación eterna. Este es el medio eficaz que mi Hijo Jesús les da, para que puedan encontrar un ancla de salvación en el último momento.

Hijitos, vayan a confesar, reciten los misterios de mi rosario, mediten en ellos, y tomen la comunión en reparación y expiación a mi Inmaculado Corazón tan ofendido por hombres ingratos, y en el último día de sus vidas encontrarán las gracias necesarias para su salvación eterna.

Soy la Señora del Santo Rosario, la Reina de la Paz y Patrona de Brasil. Oren, mis hijos, por Brasil, y prepárense para los grandes eventos que están a punto de desatarse sobre todo el mundo. Aquellos que oren y hagan todo lo que les he estado pidiendo, en estos últimos tiempos, serán salvados en el día del castigo, sabiendo cómo soportar este día con gran fuerza y coraje. Siempre oren el santo rosario, hijitos, oren el santo rosario continuamente, porque esta es su arma contra satanás. Gracias por sus oraciones. Oren mucho por mi hijo predilecto, el Santo Padre Juan Pablo II, porque su martirio está cerca. No se duerman, mis hijos, sino estén vigilantes, porque el Señor, mi amado Hijo Jesucristo ya está regresando, y aquellos que estén velando y orando, serán bendecidos delante del Señor. Oren, oren, oren. Vivan mis mensajes. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.