domingo, 2 de junio de 1996

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con ustedes!

Mis queridos hijos, recen, recen, recen. Soy la Virgen del Rosario, la Madre de Dios y su Madre. Gracias por sus oraciones. Cuento con sus oraciones para salvar a mis hijos del camino del pecado.

Mis hijos, deseo invitarlos una vez más a la conversión. Conviértanse mis hijos. Cambien sus vidas. Regresen a mi Hijo Jesús. Jesús los está esperando. Caminen hacia Él en el cielo. Sigan mis llamados a la conversión y alcanzarán a Jesús.

Mi Inmaculado Corazón arde y late con amor por todos ustedes. Vengan a mi Inmaculado Corazón. Perdonen a todos aquellos que los han ofendido. Acepten con paciencia todos los sufrimientos y pruebas, porque todo llegará a su fin y el Señor, a través de ellos, los purifica y los prepara para nuevas gracias. Así que recen y confíen. Los invito a rezar el rosario. Destruyamos a satanás rezando juntos el santo rosario. El rosario es un arma poderosa contra el enemigo. Recen, recen, recen mucho el santo rosario. Esta es mi petición. Los bendigo a todos: en nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. ¡Hasta pronto!

Después de este mensaje, Nuestra Señora transmitió otro dirigido a un sacerdote:

Dile a mi amado hijo, que Yo soy la Madre del divino Dios. Que Jesús me envía aquí para una misión muy importante. Deseo preparar todos los corazones de mis amados hijos para recibirlo.

Que él ore y no se desanime, porque estoy a su lado, y en cualquier dificultad, llámeme, y yo inmediatamente vendré en su ayuda. A él le doy mi bendición: en nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. ¡Hasta pronto!

A otra persona que estaba en la aparición, la Virgen le comunicó lo

siguiente:

Mi amado hijo, Yo, tu Madre, te amo mucho. Saber que eres muy querido para Mi Corazón. Gracias por estar aquí. Tengo muchas gracias para derramar sobre ti. Tu corazón es ahora Mío, porque te has consagrado a Mí. Tu corazón me pertenece y en él deseo hacer mi hermoso jardín. Ama a Jesús y entrégate profundamente a Él. Él te ama y te bendice, y Yo también te bendigo: en nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.