martes, 16 de julio de 1996

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con vosotros!

Queridos hijos, Yo soy la Reina de la Paz y la Reina del Monte Carmelo. Me conoceréis por un título más conocido: Nuestra Señora del Carmen. Soy la Madre de Jesús Señor y la Virgen Inmaculada.

Mi Hijo Jesús me envía aquí, para que pueda derramar mis incontables gracias de conversión. Orad, hijos míos, orad mucho. Orad todos los días el Santo Rosario. Soy vuestra Madre Celestial, y esta noche deseo dirigir mis súplicas celestiales a todos los jóvenes.

Queridos jóvenes, deseo vuestra conversión. Orad, hijos míos, y volved a

Jesús a través de la oración, la conversión y la penitencia. Jesús os ama tanto y desea tener todos vuestros corazones, para que os moldee según Su corazón manso y humilde.

Soy la Reina de los jóvenes y su Madre, tan hermosa. Deseo guiaros al Paraíso y traer a todos vosotros a Jesús, pero lo que os digo depende mucho de cada uno de vosotros. Si queréis escucharme, convertíos pronto. Quiero la paz mundial. Orad mucho por la paz. Mis mensajes son de paz, amor y conversión. Bendigo vuestras familias y las coloco a todas dentro de mi Corazón Inmaculado. Orad, orad, orad. La oración debe ser parte de vuestra vida diaria. La oración debe brotar de las profundidades de vuestros corazones. Sed verdaderos. No seáis egoístas con vuestra Madre y con vuestro Dios, sino poned en práctica todo lo que os pido. Os amo tanto que nunca podéis imaginar. Os amo con todo mi Corazón. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. ¡Hasta pronto!

Esta noche, Jesús había dado el siguiente mensaje a mi Madre:

Quiero a todos vosotros dentro de mi Corazón. Quiero abrazaros a todos. ¡Mi abrazo es fuerte!

Mi Madre vio a Jesús abriendo Sus brazos como si quisiera abrazarnos y darnos la bienvenida.