sábado, 24 de agosto de 1996

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Manaus, AM, Brasil

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos, Yo soy la Madre de Dios y su Madre celestial. Oren mucho, mis hijos, y conviértanse. Jesús todavía los espera. Entréguense a Mí y los guiaré hacia Él. Jesús los ama y Yo los amo.

Yo soy la Bienaventurada Virgen María. Yo soy la Reina de la Paz. Mi Mensaje es un mensaje de paz y amor. Un profundo mensaje de conversión. Me he aparecido en muchos lugares, pero mis hijos todavía tienen sus corazones cerrados. Conviértanse. Cambien sus vidas.

Yo soy la Madre de Jesús y deseo guiarlos a Mi Hijo Jesús. Quiero que todas las familias oren el Santo Rosario. Los quiero puros, limpios, sin pecado. Confiesen siempre. Los quiero dentro de Mi Inmaculado Corazón. Oren, mis hijos. Oren, oren, oren. El tiempo es corto, pero todavía es tiempo para convertirse. Esta es mi petición, queridos hijos (*). Bendigo a mis pequeñas hijas religiosas y a toda su congregación. Que continúen firmes en la vocación que Dios nuestro Señor les ha concedido, y que ayuden a todas sus otras hermanas a vivir en comunión de amor con Cristo, y a transmitir a Jesús especialmente a aquellas almas más necesitadas de la misericordia de Dios. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. ¡Hasta pronto!

(*) Una vez más Nuestra Señora se dirige a las religiosas que estuvieron presentes en sus apariciones. A menudo aparecían en sus hogares para orar y recibir las bendiciones de la Virgen.