domingo, 27 de octubre de 1996

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Castanhal, PA, Brasil

Nuestra Señora prometió aparecerse a mí a medianoche el 27 con su Hijo Jesús, ya que era mi cumpleaños. Rezamos esperando su llegada y pronto ella llegó con el Niño Jesús en sus brazos. La Virgen se veía hermosa, su rostro brillaba. El Niño Jesús estaba todo envuelto en luz y cubierto con hermosas telas. Nuestra Señora me felicitó y me habló sobre mi vida. Me instó a llevar sus mensajes a todos y que ella bendeciría a todos los presentes. Continuó pidiéndonos sus oraciones y que todas las personas se conviertan.

Entonces Nuestra Señora me pidió que rezara el acto de contrición. Inmediatamente después Ella colocó al Niño Jesús en mis brazos para que lo sostuviera y lo colocara muy cerca de mi corazón. Estaba muy feliz, o más bien, no hay palabras que puedan explicar lo que sentí en ese momento. Fue algo maravilloso: ¡Jesús estaba ahora en mis brazos! Él estaba sonriendo, sonriéndome mucho, sosteniendo en sus pequeñas manos algo muy brillante que no pude distinguir qué era. Después de que dije muchas palabras de amor y afecto a Jesús inmediatamente entró como una luz brillante dentro de mi corazón, dejando una gran Paz y Amor en todo mi ser. Volví mis ojos a Nuestra Señora que estaba sonriendo mucho. Nuestra Señora muy amablemente me dijo:

Hoy, en este momento, estás recibiendo a mi Hijo Jesús Cristo dentro de tu corazón de esta manera, pero en la mañana, cuando vayas a la Santa Misa lo recibirás dentro de tu corazón en las especies sagradas de Pan y Vino, transformados en Su Cuerpo y Sangre en la Santísima Eucaristía.