sábado, 21 de diciembre de 1996

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Manaus, AM, Brasil

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos, Yo soy la Reina de la Paz y su querida Madrecita. Los amo mis pequeños, los amo mucho. Gracias por su presencia aquí esta noche. Su amor es una señal de gran consuelo y alivio para mi Hijo Jesús y para el Corazón de su Madre.

Hijos, oren, siempre oren el Santo Rosario. Más que nunca deben llevar una vida constante de oración. Oren por la paz mundial. Miren, hijos, con confianza a mi Inmaculado Corazón. Presten mucha atención a mis señales. En estos últimos tiempos les he dado grandes señales, porque deseo ardientemente su regreso a Dios.

Escuchen, hijos, mis llamados. ¡Cuánto les agradezco su respuesta a mis llamadas a la oración! Su Madre quiere agradecerles por todo.

Hijitos, en sus mayores dificultades siempre llámenme a Mí y a mi Hijo Jesús. No olviden: les digo esto porque muchos de ustedes siempre están desesperados cuando surgen problemas, ni siquiera saben cómo rezar. Lleven este mensaje mío a sus hermanos: Paz, paz, paz. Deseo la paz entre todos los hombres. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. ¡Hasta pronto!