sábado, 11 de enero de 1997

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Manaus, AM, Brasil

¡La paz esté con todos ustedes!

Queridos hijos, Yo soy la Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios Nuestro Señor y

Señora y Reina del Santo Rosario. Queridos hijos, no pequen más. Regresen lo antes posible a mi Señor, que aún los espera. Deseo concederles mi puro y santo Amor Inmaculado.

Hijitos, como su Madre, vengo a advertirles: su Dios ya no puede soportar tantas ofensas y blasfemias dirigidas contra Él. Oren, oren, oren mucho. Jesús quiere su conversión. Les he pedido tanto, mis hijos, que se conviertan, sin demora. Ahora, les suplico: Por favor, no caminen en pecado. Sean más obedientes y vayan a Mi Jesús para pedirle sinceramente el perdón de sus faltas.

Queridos hijos, mi corazón está sangrando. ¡Oh, mis hijos, por qué aún no quieren amarse verdaderamente como hermanos y hermanas? Sufro por sus pecados, pero como madre, los perdono fácilmente si me piden sinceramente perdón por sus faltas.

Queridos hijos, les digo una vez más: no sean perezosos para orar. Dejen a un lado la pereza. Les pido que cada uno de ustedes esté dispuesto a ir y adorar a mi Hijo Jesús en el Santísimo Sacramento. Hagan adoraciones para consolar el corazón de su Dios. Los amo y no quiero que ninguno de ustedes siga el camino de la perdición.

Paz, paz, paz. Oren por la paz, y por mi amado Papa Juan Pablo II. Necesitan orar más por él. Gracias por escucharme. Gracias por escuchar mis súplicas y mis llamados a la oración. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. ¡Nos vemos pronto!