martes, 11 de marzo de 1997

Mensaje de San José a Edson Glauber en Manaus, AM, Brasil

¡La paz esté con ustedes!

Mis queridos hijos: en esta hermosa noche, desciendo del cielo con mi Divino Hijo Jesucristo y mi Esposa Santísima la Virgen María, para darles una bendición muy especial.

Queridos hijos, gracias por su presencia. Su presencia aquí es causa de gran alegría para Mí, para Mi Hijo Jesús y para Mi Esposa Virgen María. Continúen rezando el Santo Rosario todos los días. Sepan que estos tiempos que Mi Señor les da son tiempos de gracias especiales. Oren con amor y con el corazón. Vengan a la casa de su Padre, para que mi Hijo, Jesús, pueda concederles todas las gracias. Los invito una vez más a la santa confesión y a la frecuente participación en la Santa Misa. Hoy comienza un nuevo tiempo, una nueva vida comienza a florecer. Sus corazones deben pertenecer a mi Hijo Jesús.

Hijos, Jesús los urge a la conversión. Consagren sus familias a los Sagrados Corazones, y lleven a todas las personas el amor que fluye de estos Sagrados Corazones nuestros. Su Madre los bendice a todos de una manera extraordinaria. Vivan la Santa Misa con amor y participen con un corazón abierto, contrito y desapegado de las cosas del mundo. Los amo y junto con mi Divino Hijo Jesús y San José los bendigo. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. ¡Nos vemos pronto!

NOTA: Nuestra Señora apareció acompañada por San José con el Niño Jesús. Los tres vestían túnicas doradas. Estaban muy felices, pues el pueblo estaba orando. Una lluvia de rosas cayó sobre todos los presentes, que son gracias que cayeron del cielo y que Nuestra Señora estaba derramando sobre todos nosotros.