miércoles, 16 de julio de 2003

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en João Pessoa, PB, Brasil

Jesús (a las 00:30am)

Esta noche, antes de dormir Jesús me habló. Él respondió a mis preguntas y a mis cuestionamientos que tenía en mi mente:

Deseo conceder muchas gracias a los pecadores para su salvación. Deseo la salvación de todos, así que vengo del cielo con mi Madre María Santísima, para invitar a todos los hombres y mujeres, jóvenes y niños a una vida de oración. Quiero la santificación de sus almas, mis hijos, desde el más pequeño hasta el más viejo. Quiero verter sobre toda la humanidad mi bendición que santifica y renueva.

Le di a Jesús todo lo que tenía dentro de mi corazón. Y Él me respondió:

Sé cómo te sientes en tu alma ahora mismo, pero quiero decirte que yo cuido y solo yo cuido de mi obra. Perfecciónate cada vez más en mis caminos y presta atención a mi llamada.

En este momento pensé en algo que quería saber y Jesús dijo,

Me preguntas por qué estás aquí...porque quiero que ores y hables de mi amor a todos tus hermanos y especialmente que ores por los jóvenes que están aquí. Deseo guiarte cada vez más hijo a lo largo de mis caminos y revelar mis secretos, para que mi obra sea como yo quiero que sea.

Después de estas palabras, Jesús me habló sobre algunos jóvenes en ese lugar:

Son especiales para mí, por algo que quiero lograr. Están en mis planes. Servirán para lo que quiero lograr más adelante. Si se vuelven cada vez más apegados a mí, podré guiarlos como yo quiero. No es en vano que los he unido a ti, para estar cerca de ti en estos días. Espera y confía. Todo será como lo he planeado. ¡Te bendigo: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén!

Dios y a dejarse guiar por Él dondequiera que vayamos: confiar ciegamente en su ayuda y en su providencia. Santificarse es saber amar a todos como Dios los ama y nos ama. ¡Cómo quiero ser encendido por este amor!