miércoles, 10 de septiembre de 2003

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Maderno, Italia

¡La paz esté con ustedes!

Mis queridos hijos, como su Madre Celestial, los invito a la conversión. Pidan al Todopoderoso por la paz en el mundo. Oren para que la paz reine en cada corazón. Dios está feliz cuando oran e interceden por la conversión de sus hermanos. Con sus oraciones llega su divina gracia a muchos hoy y obra sus milagros.

Hijitos, continúen dando testimonio del amor de Dios a todos. Quiero decirles que estos días son días de muchas gracias y bendiciones. Acepten la invitación del Señor y sus vidas serán transformadas. El Señor quiere que cada uno de ustedes sea una luz para iluminar a aquellos que no ven ni oyen nada. Hay muchos de sus hermanos que están ciegos y sordos a Dios y a las obras de su reino. Oren por estos hermanos suyos que aún no se han abierto a Dios para que se conviertan.

Dios me envía aquí una vez más porque los ama. Entiendan, mis hijitos: Dios los ama y los mira desde el Cielo con misericordia y amor.

Estoy aquí para guiarlos por el camino que conduce al Cielo. El Cielo los espera, y en el Cielo nunca sufrirán, sino que habrá toda la felicidad en plenitud.

Oren, oren, oren, y el Cielo se unirá a ustedes, ahora y por toda la eternidad. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!