viernes, 7 de octubre de 2005

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Hijo mío, mira cuánto sufre mi Hijo Jesús. Él desea que los hombres entiendan su amor, pero ellos lo ofenden. Mi Hijo Jesús quiere concederles grandes gracias, miles de gracias, pero las oraciones, sacrificios y penitencias son tan pocos. Te falta aún más, así como la fuerza y el coraje, para abandonar de una vez por todas tu vida de pecado, para que puedas merecer estas gracias, pero aún no escuchas mis llamados.

Reza, sacrifica, haz penitencia más para que puedas merecer las gracias que mi Hijo quiere derramar sobre ti. Como te dijo, hijo mío, para salvar un alma, mucho amor, sacrificio y renuncia son necesarios. Un alma es muy preciosa. Escucha este mensaje mío y díselo a tus hermanos.

Hoy yo y mi Hijo Jesús bendecimos al mundo entero, al mundo que te ofende mucho y está a punto de ser castigado de una manera muy fuerte. El jueves cuando todo comenzará está muy cerca. Reza y conviértete. Siempre estate preparado. Yo estoy intercediendo por tu bien y felicidad, pero escúchame y sé obediente. A todos mi bendición, unida con mi Hijo Jesús: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!