lunes, 9 de enero de 2006

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Vigolo, BG, Italia

¡La paz esté con vosotros!

Queridos hijos, soy vuestra Madre y deseo invitaros esta noche a la oración. Rezad profundamente por la conversión de los pecadores. Los hombres pecan tanto y sus pecados están trayendo grandes calamidades al mundo. No pequéis más. Detened el pecado. Si pudierais ver cuántas cosas sucias cometen los hombres contra Dios, rezaríais aún más para consolarlo y para que vuestros hermanos se conviertan, porque muchos están siguiendo el camino que conduce al infierno. Vuelvo de nuevo para advertir a la humanidad. Ya estáis en los tiempos de grandes tribulaciones. Ya he aparecido en muchos lugares. He dado tantas señales. He llorado y derramado muchas lágrimas llamándoos al arrepentimiento. ¿Qué estáis esperando aún para escuchar mis mensajes, hijos míos? Despertad. Abrid vuestros corazones. Lo que os estoy diciendo es muy serio: un gran fuego caerá del cielo, pero antes de lo más serio, muchas naciones sufrirán grandes calamidades. Vuestra nación (Italia) será severamente castigada porque los italianos no saben cómo agradecer al Señor como deberían. Trieste es ahora una desgracia ante los ojos de Dios debido a las innumerables abortos que se cometen. Si no cambia y se arrepiente, será arrasada por aguas que la devastarán. Estoy triste y muy preocupada. Mi Corazón sufre porque mis hijos siguen sordos. Rezad, rezad, rezad. Este es mi llamamiento. Escuchadlo. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!