domingo, 25 de diciembre de 2011

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con ustedes!

Mis amados hijos, Yo, su Madre, vengo del cielo con mi Divino Hijo y San José para bendecirlos. Sean de Jesús, pues Él es la paz de sus vidas. Si quieren paz deben acogerlo en sus corazones y amarlo.

El mundo está herido y sin paz, porque aún no se ha rendido en las manos de Jesús y a Su Corazón. Oren, oren al Espíritu Santo, para que los ilumine para que puedan entender qué hacer para pertenecer a Jesús totalmente.

Abran sus corazones a mis llamados y pidan la misericordia de Jesús por el mundo, y Él les dará la paz. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Nuestra Señora apareció teniendo en sus brazos al Niño Jesús y a su lado San José. Los tres estaban vestidos de oro. Durante la aparición Nuestra Señora miró a Jesús en sus brazos por unos momentos y los dos hablaron entre ellos a través de sus ojos. El Niño Jesús tocó la cara de Nuestra Señora con sus pequeñas manos y ella sonrió cariñosamente y le dio un beso en la frente. Inmediatamente después, San José se acercó a los dos y puso su brazo derecho sobre el hombro derecho de Nuestra Señora, abrazándola a ella y a Jesús a Su Corazón. Entendí en estos gestos de amor lo que se necesita en una familia hoy en día: diálogo, afecto, amor y calidez entre esposos, padres e hijos. La Sagrada Familia vino a enseñarnos a vivir el amor en las familias y a ser considerados unos con otros.