viernes, 20 de agosto de 1993

Mensaje de Nuestra Señora

Para los grupos y movimientos de la Santa Iglesia

"- ¡Alabado sea nuestro Señor Jesucristo!"

(Marcos) "- ¡Sea alabado para siempre!"

"- Mis hijos, hoy quiero contarles sobre un peligro grave: - Mi Iglesia corre un riesgo muy serio de que se suprima la oración por polémicas sociales y políticas.

La meditación del Evangelio es muy necesaria: - en los grupos que contienen las meditaciones, existe un riesgo grave de que se tome a bromas, risas y otras conversaciones que no llevan a nada. Si desean reír, no vengan, vayan a otro lugar para ello.

En estos grupos, lo que veo, como Madre, es que en muchos de ellos la oración diaria del Santo Rosario, el ayuno los miércoles y viernes, la confesión mensual, la penitencia para purificar sus almas y cuerpos, las principales VERDADES ETERNAS que les recomiendo urgentemente estudiar y desear ya no se recomiendan. ¡Apenas se habla más del infierno, como para advertir a Mis pobres hijos que eviten los pecados que los arrojan a él!

Les imploro una vez más que recen el Santo Rosario, ayunen con pan y agua los miércoles y viernes, confiesen mensualmente, penitencia, sacrificios por la salvación de las almas! Les pido con insistencia desesperada el Sitio de Jericó, como un 'ancla' de salvación para el mundo! Los que puedan entenderme, háganlo con buen corazón. ¡Pacíficamente!

Hay algunos obispos y sacerdotes que, lamentablemente, piensan en convertir las homilías en polémicas sociales; no es que no sea necesario, pero ¿dónde está el ayuno? ¿El Rosario? Corremos el riesgo de interpretar el Evangelio a la luz del mundo y la razón! ¡Recen por estos Mis hijos! La meditación del Evangelio es necesaria; ¡pero quiero que vengan aquí a meditarlo a la LUZ de LA VERDAD!

Deben rezar con el corazón. Hay muchos que solo discuten y no ayunan, no rezan el Rosario, no confiesan cada mes, como Jesús me mandó sugerirles.

Cuando todos rezan el Rosario todos los días; cuando todos ayunan dos veces por semana, cuando confiesan como Les rogué que lo hicieran; cuando consagran toda su vida a Mi Corazón y al de Jesús; cuando renuncian al mundo, a los placeres, entenderán por qué dije, "Tengan cuidado con muchas reuniones, discusiones frías de política y socialismo.

¡Recen con el corazón! No será con discusiones ateas, sino con la Verdad Integral del Evangelio, con la Santa Oración del Rosario, con el Ayuno y las Armas que Les di, que salvarán al mundo hoy. Nadie podrá vivir el Evangelio si no reza, si no ayuna, si no confiesa con AMOR! Por lo tanto, vivan estas Mis Peticiones y sigan en Paz!

Un día, a través del Rosario y el Escapulario, las Cercas de Jericó. Ataré a Satanás y lo aplastaré, y el TRIUNFO DE MI Inmaculado Corazón vendrá, y la Nueva Era, la Era de la Paz, del AMOR. ¡las cosas viejas del mal habrán pasado!

Los bendigo a todos en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Permanezcan en la Paz del Señor.

Todos los movimientos de la Santa Iglesia deben conducir a la santificación. ¡Recen y tomen esta Misión en serio! ¡Soy la Madre de la Iglesia!"