sábado, 24 de febrero de 1996

Mensaje de Nuestra Señora

Mis hijos, DIOS, con gran AMOR, mira a todos. DIOS los invita cada día, a través de Mí, a elegir el camino de la santidad. ¡No anden en pecado!

Mis queridos hijos, hoy, detrás de todo, a menudo se esconde una trampa.

El mundo, Mis hijos, está envuelto en una falta de Fe, una creciente falta de AMOR.

Quiero decirles que recen el Rosario para que la Gracia de DIOS los guíe en este nuevo camino que les muestro.

Soy su Madre, y he venido a decirles: ¡no pierdan la esperanza! No teman, Mis hijos, al hielo del mundo y la incredulidad de la gente.

No se desanimen cuando encuentren dificultades, especialmente si las dificultades están dentro de sus propias familias, dificultades en amar, creer y seguir a Jesús.

¡No se desanimen!

No piensen que sus oraciones no están siendo llevadas a DIOS, Mis hijos!

Cada día la Madre del Cielo esparce semillas de AMOR, de santidad, de Gracia y salvación por toda la faz de la tierra.

Estoy tocando a los pecadores, pero, necesito, queridos hijos, rezar más, porque Mis hijos son tantos, y los que rezan conmigo son muy pocos.

Quiero, queridos hijos, que cada uno de ustedes esté siempre conmigo! Así como la Madre siempre desea que los hijos estén bajo sus alas, así yo, su Madre celestial, deseo que estén siempre cerca de Mí.

Los amo, y les digo que si hacen lo que les pido, si rezan el Rosario todos los días, muy pronto, Mi Inmaculado Corazón logrará la gran transformación de los corazones de todos Mis hijos nuevamente a DIOS.

¡Sean los lirios de pureza para todos! Que cada uno de ustedes, Mis hijos, envíe al Cielo un lirio puro cada día por su pura oración, por su deseo de buscar la santidad y la conversión interior.

Quiero, Mis hijos, que en cada uno de ustedes, pueda colocar toda la PUREZA de Mi Alma y Corazón, y donde pueda colocar Mi Ternura y Mi Simplicidad.

¡Sean Mis hijos por amor!

Dondequiera que vayan, si cada uno de ustedes vive Mis Mensajes, estaré allí, con Mi Inmaculado Corazón.

Ha llegado el tiempo de Mi Triunfo y Mi Victoria para cada uno de ustedes.

Los bendigo a todos en nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo".