martes, 22 de noviembre de 2005

Mensaje de ANGEL SANTO MIRIEL

Marcos, soy el Ángel Miriel. Vengo a revelar cuán urgente y necesario es rezar suplicando la gracia de la protección de los Ángeles en estos tiempos peligrosos en los que viven. La protección Angélica comienza en el momento de la concepción de cada persona. Ya allí, los Ángeles están destinados a guardar el alma recién creada por el Altísimo, hasta que es bautizada, redimida del pecado original, cuando entonces recibirá su Ángel Guardián definitivo.

Los Ángeles y los demonios luchan por esa alma: Los Ángeles, destacando y presentando las gracias, méritos, dolores y obras que Nuestro Señor y la Santísima Virgen han sufrido por su redención; y los demonios, reclamando que fue concebida con excesos en el tiempo de su generación por sus padres; los Ángeles, reclamando que Nuestro Señor derramó toda Su Sangre por ella y que la Bienaventurada Virgen lloró lágrimas de sangre por ella; y los demonios, a su vez, que esa alma aún es esclava del pecado original y por lo tanto tienen derecho sobre esa alma. Lo que es peor es si el niño es un hijo ilegítimo o concebido sin el sacramento del matrimonio, o con excesos en el tiempo de la generación, porque allí los demonios, en estas condiciones, realmente tienen la libertad de actuar más sobre esa alma, ya que faltó la gracia de Dios. Los ángeles entonces ponen adelante las oraciones de los ancestros de esa persona, los méritos, oraciones y buenas obras de esos ancestros, para repeler el poder de los demonios.

Y entonces María Santísima ordena a los Ángeles proteger y defender esa alma, porque a pesar de todo, aún podría llegar a ser un gran santo. Por esta razón, desde el muy principio de la vida humana nuestra acción de protección para las almas ha estado presente. Es necesario, entonces, pedir insistentemente nuestra protección y nuestra ayuda constante. Dichosos son aquellos que se recomiendan a nosotros con confianza, pues nunca serán abandonados por nosotros".