Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
lunes, 1 de octubre de 2007
Mensaje del Ángel San Nadiel

Marcos, Soy el Ángel Nadiel. Te amo a ti y a todos aquellos que obedecen los Mensajes de la Madre de Dios. Siempre estoy a tu lado y nunca te dejo solo. Ten fe y oráme constantemente y te ayudaré mucho. Nosotros los Ángeles somos los servidores más dispuestos del Señor y de María Inmaculada. Tan pronto como recibimos una orden de Ellos, inmediatamente corremos a ejecutarla. Somos celosos en cumplir la voluntad del Señor y de María Inmaculada y nuestra mayor alegría es cuando nos envían algo. Anhelamos escuchar las órdenes del Señor y de la Madre de Dios. Nos llenamos de una alegría indescriptible cuando alguien obedece al Señor y los Mensajes de María Santísima, Nuestra Reina. El pecado, además de ser una ofensa, es una ingratitud del alma hacia el Señor y Su Madre, después de tantos beneficios recibidos de Ellos. Nos invade una gran ira cuando alguien comete esta ingratitud que si no tuviéramos la mano del Señor, exterminaríamos a esa persona, tan grande es nuestra justicia y celo por Él y Su Madre. Cuando un alma se aleja del Señor y de Su Madre por el pecado, la tristeza que sentimos es tan grande que sería posible llenar un océano con las lágrimas que derramamos. Cuando un alma se condena eternamente, nuestra tristeza es tan grande que ni siquiera nos movemos… nos cubrimos con nuestras alas y solo después de mucho tiempo volvemos a cantar los himnos de gloria. Cuando un alma se convierte sinceramente, la alegría que sentimos es tan grande que volamos en todas direcciones, cantamos vibrantes canciones de alegría, brillamos con mayor gloria, rodeamos el trono de la Trinidad y de la Bienaventurada Virgen en llamas, en coros multívocos bendecimos al Señor y a la Bienaventurada Virgen por su gran poder y amor que triunfaron en esa alma; también descendemos a la tierra derramando nueva luz, paz y gracias sobre las almas. Siempre estamos al lado del alma que nos bendice, nos ama, nos defiende y difunde nuestra devoción. Continúa orando a Nosotros, sobre todo, haz Nuestra Hora cada martes. Cada día te amamos más. Te amamos más cada día.
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