lunes, 27 de agosto de 2012

Lunes, 27 de agosto de 2012

Lunes, 27 de agosto de 2012: (Santa Mónica)

Jesús dijo: “Mi gente, la fiesta de hoy de Santa Mónica ayuda a la gente a recordarles que sigan orando por sus propios hijos como ella oró por su hijo, Agustín, y su conversión. Muchas madres pueden identificarse con sus deseos de que su hijo regrese a la fe. Santa Mónica fue bendecida porque su hijo se convirtió en un obispo y un doctor de la Iglesia. Puedo animar a Mis fieles a seguir orando por cualquier familiar o amigo que haya abandonado su fe. Si estas almas han muerto, necesitan oraciones, Misas y ayuno para ayudarles si están en el purgatorio. Evangelizar o reconvertir almas debería ser su trabajo más importante. Así que no se rindan con ninguna alma, sino que oren constantemente por su conversión. En la visión, miras por el camino de tu vida, y piensas que tienes mucho tiempo para convertirte. Algunas personas no se dan cuenta de lo rápido que pasa tu tiempo, y podrías morir en cualquier momento. Es mejor permanecer cerca de Mí en la oración diaria, y la Confesión frecuente para que puedas mantener un alma limpia, y siempre estarás listo para reunirte conmigo el día de tu muerte. No sigas posponiendo tu conversión para otro día, porque podrías fallecer en cualquier momento. Regocíjense y alaben a Mí cuando una alma se convierta, porque es una alegría ver la recompensa de tu esfuerzo por esa alma. Todo el cielo también se regocija por una alma que se arrepiente y se salva.”

Jesús dijo: “Mi gente, al mirar un cuerpo muerto en el ataúd, empiezas a pensar en cómo algún día estarás muerto en un ataúd. No es fácil enfrentarse al hecho de que tu cuerpo es mortal, y podrías morir en cualquier momento. El hecho importante no es solo que vas a morir, sino que necesitas tener tu alma preparada para la muerte de tu cuerpo en cualquier día. Una vez que mueres, tendrás que enfrentarte a tu Creador en tu primer juicio. Por eso quieres tener un alma pura en todo momento para que estés listo para tu juicio. La otra razón de esta visión es tener misericordia del alma de la persona fallecida. No siempre conoces la disposición de esa alma en cómo fue juzgada esa persona. Asume que la persona está en el purgatorio para que puedas orar por esa alma y ofrecer Misas por su intención. Si esa alma no está en el purgatorio, tus oraciones y Misas se aplicarán a tus otros familiares fallecidos. Regocíjense cuando las almas hayan terminado sus misiones en la tierra, porque ahora pueden orar por las almas en la tierra.”