miércoles, 1 de julio de 2009

Fiesta de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.

El Padre Celestial habla después de la Santa Misa Tridentina Sacrificial y la Adoración del Santísimo Sacramento a través de Su instrumento e hija, Anne.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Hoy, por supuesto, muchos ángeles estuvieron presentes, arrodillados y adorando la preciosa sangre.

El Padre Celestial dice: Yo, el Padre Celestial, hablo hoy en la Fiesta de la Preciosísima Sangre de Mi Hijo a través de Mi instrumento obediente, humilde y voluntario, e hija Anne. Ella solo dice Mis palabras y está en Mi voluntad.

Mis amados, Mi pequeño rebaño, hoy han celebrado reverentemente la fiesta de la Preciosísima Sangre de Mi Hijo. No fue algo evidente para ustedes que estas 'vestiduras romanas' fueran enviadas ayer. Fue una señal del cielo. Han reconocido esta señal. El paramento está bellamente hecho según Mi voluntad. Y las vestiduras, Mi amado hijo sacerdotal, las usarás para Mi gloria, porque atraes al 'Nuevo Cristo'. Recuerda que eres un sacerdote sacrificial como ya no es posible hoy con estos sacerdotes del modernismo. No es en vano que ya no quisieran celebrar este festival. ¿Por qué, Mis amados? No quieren ser sacerdotes sacrificiales. Tú, Mi hijo de sacerdote, te pones diariamente en el cáliz del sacrificio, porque tu Jesucristo también espera tu total entrega en este sacramento del altar, la Santa Eucaristía. Solo en el Rito Tridentino, Mis amados, se celebra el banquete sacrificial de Mi Hijo en toda reverencia.

¿Se dan cuenta ahora de que esta comunión de comidas y esta comida sacrificial de Mi Hijo, la Santa Fiesta Sacrificial, no significan lo mismo y no pueden ser celebradas por los sacerdotes? Muchos sacerdotes no lo reconocieron. Celebran la Santa Fiesta Sacrificial de Mi Hijo en el Rito Tridentino y al mismo tiempo celebran la Comunión de Comidas. Esto no está en Mi mente y Mi verdad.

Reconozcan, Mis amados hijos de sacerdotes, que deben ser nuevamente sacerdotes sacrificiales, que se entreguen en este altar de sacrificio, donde Mi Hijo Se ofrece a Mí, el Padre Celestial, completamente por ustedes, por muchos que quieran aceptar estas gracias - no por todos. Y esta palabra 'muchos' se intercambia con la palabra 'todos'. Eso solo es engaño para ustedes. Estas palabras 'por muchos' fueron usadas por Mi Hijo Mismo. Son las palabras de introducción, y no deben ser falsificadas. Pero han sido falsificadas. Mi Sumo Pastor aún no ha aplicado estas palabras de consagración inalteradas.

También Mi representante en la tierra ha proclamado esta Santa Fiesta Sacrificial como Motu Proprio. Pero no la proclamó en su infalibilidad. Por lo tanto, no es posible que fuera aceptada en todo el mundo. Solo entonces puede hacerse efectiva en todo el mundo, si se proclama ex cathedra. Prudencialmente, Mis hijos, tuve que distinguir la dirección anterior del Mensaje de hoy porque hoy esta Santa Fiesta Sacrificial fue celebrada en toda reverencia y hoy quiero explicarles esta separación de carne y sangre.

El sacerdote transforma separadamente el Cuerpo de Mi Hijo y la Sangre de Mi Hijo. El festival no puede combinarse con el festival de Corpus Christi como se celebra en el modernismo. Esta sangre de Mi Hijo solo puede ser bebida por Mis sacerdotes sacrificiales - Mis sacerdotes sacrificiales. Solo a ellos se les concede por Mi hijo.

Ustedes, Mis hijos, reciben el Cuerpo Santo. En el Cuerpo Santo también reciben la Sangre de Mi Hijo al mismo tiempo. Solo el sacrificio de un hijo sacerdote es mucho mayor que sus sacrificios. Ellos están consagrados a Mí y celebran la Santa Fiesta Sacrificial de Mi Hijo. En sus manos Mi Hijo Jesucristo se transforma - en sus manos consagradas. Deben permanecer fieles a esta consagración hasta la muerte. Por eso este festival de preciosa sangre fue celebrado separadamente hoy.

Ustedes lo han sabido, Mis hijos, completamente porque les he dado sabiduría. Todo es un regalo, todo es providencia de Dios y providencia de su Padre Celestial en la Trinidad. Consideren esto diariamente, especialmente en esta última etapa antes de la venida de Mi Hijo Jesucristo con Su Madre Celestial.

Permanezcan en profunda reverencia por este santo sacramento. Doblen sus rodillas, porque es lo más grande que reciben diariamente. Si ya no hay sacerdotes sacrificiales, ni siquiera esta preciosa sangre podrá fluir sobre ustedes en toda su plenitud. Solo he instituido Yo mismo esta Santa Fiesta Sacrificial - esta Santa y Santísima Fiesta Sacrificial. Él Mismo, Mi Hijo, Se sacrifica a Mí, el Padre Celestial, en el altar sangriento en Mis sacerdotes. El vino no permanece vino, sino que se convierte en la preciosa sangre de Mi Hijo. El pan no permanece pan, sino que se separa para convertirse en el cuerpo de Mi Hijo.

Mis amados hijos, les he dado hoy este bien más precioso, lo he hecho conocer a ustedes y se me ha permitido explicarles, o más bien, iluminarlos sobre este festival especial. Sobre ustedes hoy ha fluido la preciosa sangre en abundancia. Necesitan esta preciosa sangre de Mi Hijo. (Anne llora.) Mis hijos, no pueden comprender la preciosidad de esta sangre. Es demasiado precioso lo que sucede en Mi altar sacrificial, el altar sacrificial de Mi Hijo. Se les ha permitido asistir a este sacrificio y celebrar este festival hoy, ustedes, los elegidos, y Mi pequeño rebaño, el pequeño rebaño que queda. La Preciosísima Sangre de Mi Hijo también fluirá sobre estos en toda su plenitud.

Gracias, Mis hijos, por haber dado este festival a Mi Hijo hoy, por querer celebrarlo dignamente, y por permanecer en toda reverencia, por amar este Santísimo Sacramento y querer comprenderlo cada vez más profundamente. Los guiaré más profundo si lo desean, Mis amados. Me quedo con ustedes todos los días y no los dejaré solos en los últimos tiempos. Invoquen a todo el cielo y permanezcan fieles al cielo, ustedes, Mis amados. El Padre Celestial en la Trinidad ahora los bendice en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Vivan el amor, porque el amor es lo más precioso y nunca pasará! Amén.