domingo, 27 de enero de 2019

Capilla de la Adoración

Hola Jesús mío presente en el Santísimo Sacramento del altar. Te adoro y Te alabo, Señor y Te amo . Gracias por el don de Tu vida para redimirme. Gracias por los Sacramentos, por la Santa Misa. Gracias por los santos del Cielo que interceden por nosotros, Tu pueblo. Gracias por Nuestra Señora Reina de los santos y Reina del Cielo y de la Tierra, nuestra Madre. Gracias por todo don bueno, pues todos proceden de Ti. Señor, Tú conoces a todos los que están en mi corazón. Te traigo a cada uno de ellos y los pongo al pie de Tu cruz. Te pido especialmente por los que están enfermos, Jesús. Ayúdales, sánales en todas sus necesidades. Acércalos a Tu Corazón, Señor, desde el que el amor y la misericordia se derraman sobre el mundo. Trae a Ti, Jesús, a todos los que están alejados de la única Fe verdadera, santa y apostólica. Devuélvelos a la familia de Cristo en Su Iglesia. Pon fin a toda división, Señor, como sólo Tú puedes hacerlo. Guarda, guía y dirige a Tu Iglesia a través de estas aguas traicioneras y condúcenos por el camino que Tú quieres que sigamos, hacia Tu Reino Celestial. Ayúdanos, Jesús, a seguirte más de cerca que nunca. Mantenme en Tu camino, Señor, mediante la ayuda y las gracias de Tu Madre. Jesús, por favor, dame Tu guía y dirección con respecto a todas mis preocupaciones y preguntas. Tú lo sabes todo, Jesús mío.

«Hija mía, estás luchando con muchas cosas, pero debes entregármelas todas a Mí y confiar en que Yo obraré todo para Mi gloria y de acuerdo con Mi Voluntad. Cuando Me entregas tus preocupaciones, Yo lo resuelvo todo, así que ten buen ánimo y un corazón ligero. Yo cuido de Ti, hija mía. Siempre ha sido así. ¿Acaso no he oído tus oraciones por tu amiga y Mi niña (nombre oculto)? ¿No he dispuesto que Mi santo hijo sacerdote la atienda? Eres consciente de Mi gran amor y misericordia y te acercas a Mí con confianza, por tanto confía en Mí y en todo lo que Yo quiera para tus amigos y familiares. Has hablado de Mi respuesta a la oración y lo sabes. Hablo de ello sólo para reforzártelo y confirmártelo. Hablo de ello también para recordarte que confíes en Mí y te alegres sabiendo que Yo tengo el control. Yo trabajo a través de Mis hijos. Estoy trabajando a través de ti, Mi pequeña. Alégrate, hija Mía, tienes Mi amor y Mi amistad. ¿Te das cuenta de cuánta libertad hay en esto? Cuando estaba en la tierra, Mis amigos tenían más confianza para acercarse a Mí con sus necesidades o las necesidades de los demás. De hecho, contaba con que lo hicieran. A menudo la gente acudía directamente a Mis amigos para pedirles necesidades de curación y palabras de vida. Esto no era necesario, pero es la naturaleza humana. Había muchas almas que se sentían más libres de dirigirse a uno de Mis discípulos o a Mi hermosa Madre para comunicarle primero sus deseos. Este es el camino de la santa intercesión. Tú eres Mi amigo y la gente ha acudido y seguirá acudiendo a ti con sus cargas o necesidades. Tráemelas a Mí, junto con tus otros hermanos y hermanas. Yo recojo cada petición y solicitud y las deposito en Mi Sagrado Corazón, donde sólo reside el amor, la misericordia y la bondad. Esto significa que se hará Mi Voluntad. Amo especialmente las oraciones que surgen de corazones llenos de amor y preocupación por los demás. Éstas son las verdaderas oraciones del corazón».

«Rezad desde el corazón, hijos míos. Rezad desde vuestro amor al prójimo.> Rezad desde vuestras necesidades y deseos. Rezad desde un amor genuino y sincero a Dios, conociéndole como vuestro Padre benévolo y bondadoso. Confiad, Hijos Míos de la Luz. Sed santos testigos del amor de Dios. Lo que más se necesita en cada rincón del mundo, es amor; Mi amor. Mi amor es la respuesta a todos los problemas del mundo. Mi misericordia brota de Mi amor para vendar heridas, curar a los que tienen el corazón roto, traer paz y alegría y liberar a los oprimidos. El mundo oprime, pero Yo hago libres a todos los que invocan Mi Santo Nombre. Libero a los cautivos ahora como lo hice durante Mi ministerio terrenal. Sano a los heridos y a los enfermos ahora, igual que hice durante Mi ministerio terrenal. Mi poder no disminuye porque ya no esté vivo físicamente en la tierra. Eso es falso. No escuches a nadie que haga esta afirmación. Es un grave error. Hija mía, me complacen tus palabras de hoy sobre Mi poder. Yo soy Dios y actúo a través de Mi Iglesia. Actúo a través de todos los que creen en Mí. No estoy limitado por nada; ni por el espacio, ni por el tiempo, ni por las circunstancias mundanas. Por Mi propia Voluntad, Me limito por amor y respeto a la voluntad individual. Si alguien rechaza Mi amor, no Me impongo a la fuerza, pues no sería amoroso hacerlo. Obligarme sería usurpar la dignidad que confiero a la humanidad. No puedo faltar a la verdad sobre lo que creo, porque Yo Soy la verdad misma. Por tanto, cuento con vosotros, Mis Hijos de la Luz, Mis seguidores, para que recéis por los demás, os sacrifiquéis y ministréis a los que tienen el corazón frío y a los que necesitan amor, curación y paz. Sed misericordiosos y servid a vuestros hermanos y hermanas necesitados, porque esto es amor. Esto es vivir el Evangelio de tu Jesús. Yo soy todo amor y llamo a Mis discípulos a que recojan su cruz y me sigan a Mí, el Amor. Reflexiona sobre esto. Medita sobre la cruz y sobre lo que significa seguirme por el camino del amor».

«Hija mía, estoy trabajando en los corazones de los miembros de tu familia. Estoy trabajando en la vida de aquellos por los que rezas. Estoy trabajando en tu vida, incluso cuando no eres consciente de ello. Regocíjate y alégrate. Yo me ocupo de todo. Gracias por seguir las indicaciones divinas que te envío. Tu corazón está más abierto a Mi Espíritu y actúas según esas indicaciones. Hacerlo es amar y confiar. Estás creciendo en esto, hija Mía. Sé que no lo crees, porque te centras en tus deficiencias. Yo me fijo en tus actos de fe y de amor. No eres perfecta, lo sé. Te estás perfeccionando en Mi Corazón. A veces el progreso es lento y a veces es rápido. Está en Mi calendario. Te hago pasar por pruebas para aumentar tu confianza en Mí. Te traigo a través de las pruebas para que tengas una ofrenda, hija Mía. Incluso las cargas que llevas por amor a los demás son una cruz que Me ofreces por las almas. Aceptaré cualquier acto de amor, hija Mía. Cualquier acto, incluso una carga llevada por amor, y utilizaré las gracias con las que has cooperado para traer luz, amor, misericordia y curación. Mis hijos rezan, aprenden y actúan en el mundo. Os movéis llenos de gracias de los Sacramentos y de Mi Santa Madre y las lleváis al mundo. El mundo no puede evitar ser cambiado por Mi gracia que actúa en y a través de Mis hijos del amor. El mundo entero cambiará un día, cuando derrame Mi Espíritu y se produzca el Triunfo del Corazón Inmaculado de Mi Madre. Mientras tanto, prepárate para Su Triunfo poniendo de tu parte para llevar Mi amor a los demás. Esta vez, esta Era de la Desobediencia se convertirá, por Mi amor, en la Era de la Obediencia a Mi Voluntad. Vives ahora en el umbral de este tiempo. Sé audaz en tus actos de amor amable. Sé audaz en tu testimonio de la verdad. Sé audaz y confiada y siempre amable con las almas necesitadas, pues son frágiles y sólo Yo sé por lo que están pasando. Por eso, debes confiar en tu Jesús para que te guíe. Yo cuido de todas y cada una de las personas, hija Mía, pues todos son hijos Míos. Por tanto, ámalos como Yo los amo. Reza por ellos como Yo rezo por ellos a Nuestro Padre del Cielo. Sé misericordioso como Yo soy misericordioso. A través de Mi amor y de Mi misericordia, el mundo cambiará y el Corazón de Mi Madre triunfará. No hay corazón creado por Dios que Me ame más de lo que Me ama Mi Madre. Ella da gracias desde Su Corazón Inmaculado, el corazón del amor, el corazón que alimentó al Hijo de Dios y es desde este corazón, el Corazón Inmaculado, que Mi llama de amor se encenderá y se extenderá por todo el mundo, igual que el fuego se extiende rápidamente cuando las condiciones son secas, así se extenderá la llama del amor. Hay mucha sequedad en este mundo oscuro, pero anímate sabiendo que la sequedad puede encenderse en las hojas y la leña por una chispa muy pequeña que se propaga rápidamente por los bosques y arde de forma devastadora, igual que los incendios de California, hija Mía. Sólo que Mi llama purifica. Mi llama incendia los corazones secos y fríos con Mi santo amor. La llama del amor es el amor perfecto de Mi Madre por Mí. El hombre ama imperfectamente, pero Mi Madre amó con perfección. Este amor de Su corazón se extenderá como el fuego y el Espíritu Santo, el amor, avivará las llamas hasta que toda la tierra arda brillantemente con el amor de Dios. Esto, corderito Mío, será la Renovación. Sabrás, hija Mía, cuándo estás en el tiempo de la Renovación, como lo sabrán todas las personas vivas en la Tierra y vivas en el Cielo. Será un tiempo de profundo amor y unidad con Dios y todas las cosas serán nuevas en la luz y el amor de Dios. Así pues, anímate durante tus pruebas y aprovecha esta oportunidad para ofrecerlas libremente y con alegría (todas y cada una de las pruebas y cargas) por pequeñas o grandes que sean. Ofrécelo todo por tu Jesús para salvar almas. Esto se convierte entonces en un sacrificio vivo y una hermosa ofrenda para Dios».

«Hija mía, Yo estoy contigo y nunca te dejaré que afrontes sola tus pruebas. Cuando te sientas solo, Yo estoy aún más cerca de ti. Anímate y recuerda esto. Te quiero. Todo irá bien».

Gracias, Señor. Te amo. Gracias por la Santa Misa de hoy. Gracias por nuestra hermosa visita de ayer a (nombres no revelados). Gracias por todo lo que haces en nuestra familia y con nuestros amigos. Acompaña a los moribundos, Señor, dondequiera que estén y consuélalos. Pon sus cabezas sobre Tu Sagrado Corazón e infunde Tu amor en sus almas para que dejen de tener miedo. Llévalos en Tus brazos, dulce Jesús. ¡Te amo!

«Y Yo te amo, hija Mía. Yo estoy contigo. Todo irá bien».

Amén. Aleluya. Gracias, Jesús.

«Te bendigo en nombre de Mi Padre, en Mi nombre y en nombre de Mi Espíritu Santo. Ve en Mi paz, Mi pequeña querida».

Amén, Jesús. Amén.