domingo, 14 de enero de 2024

Necesitamos Rezar Por Nuestros Sacerdotes Para Su Protección

Visión de Valentina Papagna en Sidney, Australia, el 5 de octubre de 2023

Este mensaje se recibió el 5 de octubre de 2023 y no se publicó anteriormente.

Esta mañana, mientras rezaba, vino el ángel y me dijo: «Ven conmigo. Quiero mostrarte algo».

De repente, me encontré de pie al pie de los escalones que conducen a la Capilla, cerca de la estatua de San Juan Pablo Ii. Yo estaba de pie en el primer escalón, mientras que el ángel estaba un par de escalones más arriba.

De repente, vi muchos bichos negros que se acercaban a los escalones; eran muchísimos, como un ejército que se dirigía hacia la Capilla. Seguían llegando, cada vez más.

Dije: «¡Dios mío! Está lleno de ellos!»

Le dije al ángel: «Odio los bichos».

Me dijo: «Ve a buscar la carretilla».

De repente, apareció una carretilla con dos palas. El ángel y yo empezamos a meter los bichos negros y los trozos de cemento sueltos que había debajo en la carretilla hasta que estuvo llena. No cogimos los bichos con las manos, sino que sólo los recogimos con las palas.

El ángel dijo: «Llévalos al parque y vacíalos allí».

Acompañado por el ángel, llevé la carretilla llena hasta el parque, al otro lado de la carretera, y las vacié allí. Luego volvimos a la escalinata de la Capilla. Para mi sorpresa, al pie de la escalinata, de donde acabábamos de recoger todos los bichos, brotando del hormigón, había un arbolito verde, de medio metro de altura y muy fresco. De nuevo aparecieron los bichos negros, pero esta vez rodeaban este pequeño brote de árbol. Era como un gran círculo de ellos alrededor de este arbolito.

Pensé: «¿Cómo puede crecer el arbolito de cemento?».

Le pregunté al ángel: «¿De dónde han salido todos estos bichos?».

Me dijo: «Mira esta pequeña rama, tan fresca; es un árbol nuevo y muy tierno que ha brotado en esta Iglesia; es el nuevo sacerdote que acaba de empezar aquí esta semana.»

«Es una rama, joven: pequeña e inocente, pero ya le ha rodeado el demonio, la negrura».

Los bichos negros representan el mal. Había miles de ellos, y formaban una corona muy espesa alrededor de este pequeño retoño de árbol.

Le dije al ángel: «¿Qué vamos a hacer ahora?».

Me dijo: «Bueno, Valentina, todos te señalan a ti. Tienes que volver a quitarlos».

«Odio los bichos», le dije al ángel.

De todos modos, en aquel momento apareció la Virgen. Estaba allí de pie, sonriendo y observando.

Dijo: «Será mejor que empieces a rezar por esta Iglesia. Quieren volver a atacar esta Iglesia».

Inmediatamente, consagré al joven sacerdote a su Corazón Inmaculado, pues Ella es la Madre de todos los sacerdotes.

Hice lo que me había ordenado el ángel y, de nuevo, empezamos a meter los bichos negros en la carretilla y a sacarlos del recinto de la iglesia, cruzando la carretera hasta el lado del parque, por el sendero, esta vez no en el parque. Los dejamos allí y vimos cómo empezaban a alejarse de la Iglesia.

De vuelta a la Capilla, el ángel, de pie en los escalones, sonriendo y señalando con el dedo hacia la Capilla, dijo: «Sigo diciendo que este grupo de Oración del Cenáculo de Parramatta es el número uno».

El ángel estaba muy contento diciéndome esto, pues al mismo tiempo nos estaba dando valor para rezar.

La visión terminó entonces.

La explicación es espiritual. El sacerdote recién ordenado está rodeado de bichos negros que quieren atacarle. La Virgen acudió en su ayuda porque es la Madre de la Iglesia, la Madre de los sacerdotes. Necesita oraciones de protección porque, en la visión, los bichos se acercaron mucho al arbolito, querían comérselo.

Los bichos malignos representan a los espíritus malignos que están dispuestos a atacar y desanimar a todos los sacerdotes del mundo. Tenemos que rezar por ellos y consagrarlos al Corazón Inmaculado de nuestra Santísima Madre. Son sus hijos y Ella los ama. Esto les dará ánimo.

Origen: ➥ valentina-sydneyseer.com.au