martes, 12 de noviembre de 2024

Date prisa, date prisa y descubre a tu Padre cuanto antes, dialoga con Él, déjate amar por Él, disfrútalo totalmente

Mensaje de la Inmaculada Madre María a Angélica en Vicenza, Italia, el 9 de noviembre de 2024

Queridos hijos, la Inmaculada Madre María, Madre de todos los Pueblos, Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Reina de los Ángeles, Rescatadora de los Pecadores y Madre Misericordiosa de todos los hijos de la tierra, mirad, hijos, aún hoy Ella viene a vosotros para amaros y bendeciros.

Hijos míos, venid conmigo, venid, de nuevo os llevaré por los cielos celestiales y os haré descubrir la belleza de las Cosas de Dios y, poco a poco, os haré comprender lo que Dios Padre Celestial ha puesto en vuestros corazones y en vuestras almas, cosas que siempre habéis subestimado.

Nunca habéis podido hablar con Dios dentro de vuestros corazones, multitud de hijos no saben estar a solas con Dios, discutir con Dios lo más y lo menos de todas las cosas malas que ocurren en la tierra.

¡Cuántas cosas tiene que deciros Dios, el Padre Celestial! Te llevará atrás en el tiempo, para que comprendas quién eres y de qué estás hecho, y yo, Madre, no me cansaré, haré de lanzadera entre la tierra y el Cielo, para que comprendas que a Dios nunca has terminado de descubrirlo, Dios es como tú, pero no es tú, no es común, Dios sabe sorprenderte de todas las maneras y en todos los momentos.

Si escucharais a Dios, también vosotros podríais sorprender como el Padre, porque sois hijos de Dios, pero no queréis, preferís perseguir cosas fútiles, parlotear, valoráis cosas sin sentido, os perdéis en tantas palabras dichas, pero ninguna de ellas está llena, todas están vacías, porque antes de decirlas no las sacasteis del Corazón de Dios.

Yo, como Madre, os digo: «¡Daos prisa, daos prisa y descubrid cuanto antes a vuestro Padre, dialogad con Él, dejaos amar por Él, disfrutad de Él totalmente, y una vez más, permaneciendo con Él, la Flota se regenerará y siempre seréis uno!»

Alabad Al Padre, Al Hijo Y Al Espíritu Santo.

Hijos, la Madre María os ha visto a todos y os ha amado a todos desde lo más profundo de Su Corazón.

Os bendice.

¡Rezad, Rezad, Rezad!

La Virgen estaba vestida de blanco con un manto celestial, en la cabeza llevaba la corona de doce estrellas y bajo sus pies había un largo sendero iluminado con luz celestial.

Origen: ➥ www.MadonnaDellaRoccia.com