miércoles, 13 de noviembre de 2024

Yo, Madre, Os Suplico a Todos que Os Gastéis por la Unidad y la Paz, Abandonad Toda Futilidad y Cread Calor en las Viviendas, Encended un Fuego, Poneos a Su Alrededor y Hablad, Hablad de Todo, Hablad de Vosotros, de Dios y de la Vida

Mensaje de la Inmaculada Madre María a Angélica en Vicenza, Italia, el 10 de noviembre de 2024

Queridos hijos, la Inmaculada Madre María, Madre de todos los Pueblos, Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Reina de los Ángeles, Rescatadora de los Pecadores y Madre Misericordiosa de todos los hijos de la tierra, he aquí, hijos, también hoy Ella viene a vosotros para amaros y bendeciros.

Hijos, ¡hoy os haré Mi súplica!

¿No veis a esta familia terrestre hacia dónde se dirige, especialmente los niños los más pequeños?

Yo, Madre, os suplico a todos que os gastéis por la unidad y la paz, abandonad toda futilidad y cread calor en las viviendas, encended un fuego, poneos a su alrededor y hablad, hablad de todo, hablad de vosotros, de Dios y de la vida. La familia terrestre se está desintegrando ante vuestros ojos y los hijos mayores, las madres, los padres aún no se han dado cuenta de todo esto y no podrán darse cuenta porque, una multitud de ellos, debe ser rescatada.

Hijos míos, ¿adónde creéis que vais? No mucho más y seréis extraños en vuestra propia morada y esto ya ha sucedido, pero se extenderá como el aceite.

Ahora dedicaos a recomponer esta familia, debéis dejarlo todo, nada es más importante que la familia, si la familia se pierde es difícil que vuelva a casa.

Estad alegres los unos con los otros, madres, padres, hijos haced siempre como si fuera un día de fiesta y caminad siempre en el amor de Dios Padre Celestial sin forzar nunca a nadie, sed un ejemplo para todos.

Verás, corres hacia el Sacratísimo Corazón de Dios desde el fuerte deseo, pero si se impone no es creíble.

Sed un ejemplo incluso para los más jóvenes y dejad que los frutos lleguen lentamente y cread siempre una atmósfera alegre y no hostil en vuestras moradas. Vuestras moradas, algunas, se han convertido en cuevas heladas, y por mucho calor que haya, seguirán heladas, porque no hay diálogo en la familia.

Daos prisa, ¡el tiempo lo exige!

Alabad al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Hijos, la Madre María os ha visto a todos y os ha amado a todos desde lo más profundo de Su Corazón.

Os bendice.

¡Rezad, Rezad, Rezad!

Nuestra Señora Estaba Vestida De Blanco Con Un Manto Celestial, Sobre Su Cabeza Llevaba Una Corona De Doce Estrellas, Y Bajo Sus Pies Estaban Sus Hijos Sentados En El Suelo Sosteniendo Una Llama Encendida.

Origen: ➥ www.MadonnaDellaRoccia.com