viernes, 11 de abril de 2025

Yo Soy la Luz del Padre, el Verbo Hecho Carne - El Que Redimió a la Humanidad y Trae Amor a Toda Su Creación en un Acto de Aceptación de Mi Amor a Cada Uno de Vosotros

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo y Nuestra Señora a los Hijos e Hijas del Cordero de la Inmaculada Concepción, Apostolado de la Misericordia en Usa el 28 de Marzo de 2025

Colosenses 1:16-17 Porque en Él fueron creadas todas las cosas: las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, sean poderes, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de Él y para Él. Él es antes que todas las cosas, y en Él todas las cosas subsisten.

Hoy, hija, hablaré del mundo y de sus comienzos, pues todas las cosas proceden de Dios Padre.

Estoy con vosotros hijos, estad en paz, comencemos. En el principio, Dios creó los cielos y la tierra (Génesis 1:1), pues Él es el Creador de todas las cosas. El reinado de Dios existía antes de que existiera la creación, una declaración de verdad. Quiero subrayar el hecho de que todo el propósito de Dios es que Él lo es todo y todo evolucionó a partir de Dios, pues el tiempo mismo existió de la mano de Dios. Los seres humanos que Él creó, como tú y como yo, son prodigios de Su amor. Yo soy un prodigio del Padre, al igual que tú: somos Su carne y Su sangre. Todo lo que el Padre crea es Suyo, pues nosotros no somos nada y Él lo es todo. Incluso creó a los ángeles del cielo y de la tierra. Quizá pienses: ¿Cómo puede Dios crear el mal? No puede crear el mal, porque el mal procede del rechazo del amor de Dios. Una vez más, quiero subrayar que una persona malvada es el resultado de rechazar el amor del Padre y reconocer el pecado hasta el punto de permitir que el pecado gobierne la voluntad de la persona. Dios concedió el libre albedrío a toda la humanidad, así que, por elección u omisión, uno puede rechazar el amor de Dios y aceptar el pecado, y el mal arraigará en el alma que rechaza a Dios.

Yo soy la Luz del Padre, la Palabra hecha carne, Aquel que Redimió a la humanidad y lleva el amor a toda Su Creación en un acto de aceptación de Mi amor a cada uno de vosotros. Es a través del Espíritu Santo como fluyen la gracia y el amor. Por el poder del Padre, Nosotros, el Hijo y el Espíritu Santo, estamos trabajando mano a mano para distribuir este gran amor a toda la humanidad, pues somos la obra de este gran prodigio de Dios Padre. La humanidad está siendo testigo del mayor acto de misericordia, mediante la purificación de la humanidad y la construcción del reino, pues el reino llega y la Voluntad Divina reinará, tal y como fue en el principio, antes de la caída de Adán y Eva.

Vosotros, hijos Míos, podéis distribuir a todos, los actos de Mi Voluntad -sólo invocad a la Voluntad Divina para que venga y reine en vosotros y en todas las generaciones- estos actos continuos fueron dados a Mi pequeña recién nacida Luisa¹ y ahora os pueden ser dados a vosotros también. Si rezáis hijos Míos para que la Voluntad Divina reine en vosotros y a través de vosotros, todo reinará. En el momento en que Me dais vuestro Sí, vuestros actos en la Divina Voluntad se convierten en Míos. Yo estoy con vosotros y en cada acto de la Divina Voluntad. Reinaremos para que toda la humanidad sea hecha nueva en la Voluntad Divina para madres y padres, hermanas y hermanos, y todas las personas serán hechas nuevas en estos actos, y formaremos todas las cosas desde el principio para hacer todo nuevo al final. Que Dios Padre bendiga todos vuestros actos en la Voluntad Divina, fiat. Yo estoy siempre con vosotros.

Jesús, tu Rey Crucificado ✟

¹ Jesús se refiere a Luisa Piccarreta, la hijita de la Divina Voluntad, que recibió muchas enseñanzas de Nuestro Señor

Origen: ➥www.DaughtersOfTheLamb.com