Mensajes de diversas orígenes
domingo, 13 de abril de 2025
Nuevo encargo de oración por la paz en Yemen e Irán
Mensaje de la Santísima Virgen María a Melanie en Alemania del 23 de marzo de 2025

La vidente Melanie ve a la Santísima Virgen contra el cielo rojo del atardecer. Detrás de ella vuelan aviones: una intensa advertencia de guerra.
Ante esta visión surge un sentimiento de precaución y urgencia.
La mirada de María es muy seria. Más jets vuelan detrás de ella a gran velocidad. Los jets pasan literalmente disparados.
Mary muestra a la vidente un tanque y soldados que llevan armas de fuego de cañón largo. Parecen armas de francotirador.
La imagen cambia a una explosión masiva. Un edificio en suelo arenoso explota haciendo que la vidente salte.
La potente detonación crea una nube especial de la que salen columnas de humo.
La Virgen sostiene un rosario en la mano como si estuviera rezando. Reza muy deprisa, mientras sus dedos se mueven rápidamente sobre las cuentas.
Su corazón está apesadumbrado.
María pide a la gente que haga penitencia y sacrificios. En lo que queda de Cuaresma, la gente debe ayunar a pan y agua durante diez días y abstenerse de la actividad sexual en los días especiales de ayuno y observar periodos de silencio para los que estén familiarizados con ello.
La Santísima Virgen pide que la gente practique una abstinencia aún mayor, ya que la situación de guerra se intensificará.
Para subrayar la urgencia, la vidente recibe una visión de flotas de jets dispuestas en formación de «V».
Sin embargo, esta «V» en esta visión está formada por un número considerablemente mayor de jets y también es significativamente más grande que en las visiones anteriores.
La visión cambia y muestra un burro en un recinto con un suelo arenoso de color marrón anaranjado.
Para la vidente, el burro significa que se trata de Irán. De repente, el burro cae muerto.
Las palabras «Segunda Guerra Mundial» aparecen en la cabeza de la vidente. Se hace visible un pequeño pueblo. De repente, el águila calva (símbolo de América) aparece de la nada y se transforma en un dragón que escupe fuego. Una ola de fuego se extiende por las calles y destruye el pueblo.
Parece un infierno. Durante esta visión, la vidente siente el fuego quemándole la piel. Es una advertencia urgente de un acontecimiento inminente.
Un gran pájaro sobrevuela la aldea en llamas y se detiene en un lugar en el aire como si estuviera cazando. El pájaro tiene a su objetivo en el punto de mira.
La llorosa Madre de Dios entra en escena y sostiene de nuevo el rosario en la mano.
Pide oraciones y da al grupo de oración una nueva tarea de oración. Pide que el grupo de oración observe el siguiente orden de oraciones durante el periodo de descanso de la Cuaresma, ya que están en juego vidas humanas inocentes:
1) Oración de apertura y Expiación por la Paz
2) Salmos y Evangelio del día
3) Tres Santos Rosarios (Salterio)
4) Una Oración por la Paz
María señala que el orden debe seguirse con precisión y que todo debe mantenerse en su formulación original: sin desviaciones ni peticiones adicionales. De este modo, las oraciones alcanzan toda su fuerza, lo que es especialmente importante en estos días.
Esta nueva petición de oración sirve principalmente para proteger a Irán y Yemen, por lo que la pureza de la oración es de gran importancia.
Los orantes pueden transmitirle todas las demás preocupaciones y deseos en cualquier momento, pero debe hacerse en silencio, no durante la sesión de oración.
Ella informa a la vidente de que escucha todas las oraciones de cada individuo.
Además de la nueva tarea de oración, la Virgen pide a los orantes que al principio estén en paz y se unan a Ella en su corazón. El pueblo puede
confiarle la paz del mundo como Madre celestial.
María da las gracias a todos y señala que ama mucho a todas las personas. Sabe que muchos creyentes pueden percibirla brevemente porque les envía signos. Quiere que sepan que estos signos no son producto de su imaginación. María puede darse a conocer de muchas formas distintas: sueños, pequeños movimientos del sol, su rostro en las nubes, un toque en el hombro y mucho más.
En cuanto se difunde un sentimiento de paz y amor, se puede confiar en que ha sido la Santísima Madre
quien ha dejado una señal amorosa de su presencia. Con estas palabras, Ella se despide.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Amén
Origen: ➥www.HimmelsBotschaft.eu
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