Queridos hijos, María Inmaculada, Madre de todos los Pueblos, Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Reina de los Ángeles, Auxilio de los Peccadores y Misericordiosa Madre de todos los hijos de la tierra, mirad, hijos, Ella viene a vosotros nuevamente esta tarde con un corazón afligido para amaros y bendeciros.
Sí, Mis hijos, el Corazón de Mi Madre duele, ¡duele tanto!
¿Qué sois? ¿Quiénes sois? ¿Qué estáis haciendo? ¿Podréis amaros unos a otros como Dios os ama algún día? ¿Podréis decir alguna vez la palabra hermano o hermana? ¿Adónde creéis que vais? Vuestra vida terrenal no será eterna, ¡vuestra eternidad es ahora!
Temed a Dios, porque hace mucho tiempo que no teméis a Dios, pero debéis temerle porque, cuando llegue el momento y regreséis a la Casa del Padre, los hijos que se hayan distinguido por su amor y caridad recibirán una gran sonrisa del Padre, pero los belicistas, aquellos que han quitado vidas, recibirán una mirada fría del Padre y en un instante sentirán que están envueltos en hielo, pero luego Él os perdonará.
Deteneos, pedid a Dios perdón por lo que estáis haciendo. Habéis convertido este paraíso terrenal en un horror, ¡y pensar que deberíais amaros unos a otros, sonreíros unos a otros, pero no lo hacéis! Os habéis vuelto mezquinos, tenéis corazones de hielo!
¡Pobres hijos! No me hagáis sufrir, aliviad el dolor en el Corazón de Mi Madre, dejadme veros, sonreír y regocijarme viendo que os amáis unos a otros.
Haced esto en Nombre de Dios y no olvidéis que la mirada helada de Dios duele mucho!
ALABANZA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO
Te doy Mi Santa Bendición y te agradezco por escucharme.
REZAD, REZAD, REZAD!
JESÚS APARECIÓ Y DIJO
Hermana, soy Jesús quien te habla: TE BENDIGO EN EL NOMBRE DE MI TRINIDAD, QUE ES EL PADRE, YO EL HIJO, Y EL ESPÍRITU SANTO! AMÉN.
Que descienda abundantemente, luminosamente, santo y santificante sobre todos los pueblos de la tierra, para que comprendan que Mis ojos están cansados, ya no puedo ver lo que hacéis cada día.
¿Recuerdas qué pasó cuando te crucifiqué? Hubo un fuerte terremoto, ya no hubo más luz; ¿quieres que os reduzca a eso de nuevo?
Hijos, es vuestro Señor Jesucristo quien os habla, Él que os ama, Él que os redimió, Él que os dio sangre y agua para que tuvierais vida eterna!
Os digo verdaderamente que ha pasado el tiempo en que los niños ya no saben cómo vivir juntos. Dios Padre se rebela y cambia las cosas.
¡Deteneos, necios, hacedos pequeños! ¿Quiénes sois? ¿Qué os creéis ser? ¡No sois nada!
Si intentara mover Mi poderoso brazo, os convertiríais en polvo, y por esto podéis dar gracias a Mi Madre y vuestra Madre que sostiene Mi brazo. ¡No os sintáis Dioses sobre la tierra!
Repito: “EL TIEMPO SE ACABÓ, ARREPENTÍOS, SED PORTADORES DE PAZ Y AMOR!”
OS BENDIGO EN MI NOMBRE TRINO, QUE ES EL PADRE, YO EL HIJO, Y EL ESPÍRITU SANTO! AMÉN..
LA MADONNA ESTABA VESTIDA DE GRIS POR COMPLETO, NO LLEVABA LA CORONA DE DOCE ESTRELLAS EN SU CABEZA, TENÍA UN VELO OSCURO SOBRE SU CABEZA Y ESTABA INCLINADA HACIA ADELANTE CON LAS MANOS SOBRE EL PECHO Y BAJO SUS PIES HABÍA OSCURIDAD, PERO AL FONDO DE ESA OSCURIDAD HABÍA UNA PEQUEÑA LUZ.
JESÚS APARECIÓ VESTIDO COMO EL JESÚS MISERICORDIOSO. TAN PRONTO COMO APARECIÓ, NOS HIZO RECITAR EL PADRE NUESTRO. LLEVABA LA TIARA EN SU CABEZA, TENÍA EL VINCASTRO EN SU MANO DERECHA, Y HABÍA ESCOMBROS BAJO SUS PIES.
HABÍA ÁNGELES, ARCÁNGELES Y SANTOS PRESENTES..
LAS LUCES DEL PARAÍSO SE ATENUARON POR TODOS AQUELLOS QUE HAN FALLECIDO EN DÍAS RECIENTES.
Fuente: ➥ www.MadonnaDellaRoccia.com