Mensajes de diversas orígenes

domingo, 28 de diciembre de 2025

Dios te espera, Él quiere abrazarte

Mensaje de María Santísima y Nuestro Señor Jesucristo a Myriam Corsini en Carbonia, Cerdeña, Italia el 20 de diciembre de 2025

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, te bendigo.

Queridos hijos, os traigo conmigo a la alegría del Amor Eterno. Dios te espera, Él quiere abrazarte, Él quiere compartir con los suyos todo lo que le pertenece.

Él, el Creador del mundo, quiere que todos sus hijos compartan en todo lo que le pertenece.

He aquí, os llamo de nuevo a la conversión, sed fuertes en este último tiempo, Satanás está desatado y tratará de atraer tantas almas como sea posible hacia sí mismo.

Mis queridos hijos, soy la Virgen del Carmen y vengo a vosotros en esta misión. Gracias a vuestro sí, ha sido posible llevarla a cabo, cumpliendo los deseos de Dios. Él ha encontrado en vosotros un gran amor, la fidelidad de verdaderos hijos de Dios. Está contento y espera para abrazaros, dárselo todo y dejar que disfrutéis de Su Creación, lo que ha preparado para todos sus propios.

Abrazaos unos a otros, permaneced unidos y consolaos mutuamente, los tiempos que vienen serán muy difíciles y dolorosos, manteneos firmes en la oración.

Esta generación participará en una gran Revelación: Dios se manifestará a su nuevo pueblo y compartirá todas las cosas buenas con ellos.

Ha llegado la hora, mis hijos, no os doy ninguna fecha, pero os digo que ha llegado la hora, el reloj está a punto de dar las 12:00, ¡mis hijos! Ese tañido se escuchará en todo el Universo. Los que están en oscuridad temblarán, mientras aquellos que han seguido a Jesús y María con amor en esta última misión terrenal se alegrarán, sintiendo en sus corazones que finalmente la puerta al nuevo mundo está abierta para ellos.

Mis hijos, os tomo de la mano y os guío conmigo. Os insto a ser verdaderos soldados de Jesús Cristo, combativos y fieles a Su Palabra.

Venid, os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Uno mis manos con las vuestras y guío el Santo Rosario. Imploro la misericordia de Dios para cada uno de vosotros, para esta Colina, para Su Obra, para la misión que estamos llevando a cabo, porque os guiaré desde el Cielo y seguiré guiándoos. Amén.

Fuente: ➥ ColleDelBuonPastore.eu

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