Mensajes de Jesús Buen Pastor a Enoc, Colombia
lunes, 14 de diciembre de 2009
Invocad a Vuestro Ángel Guardián

Hijos míos, que mi paz esté con vosotros. Mi próxima venida a este mundo tecnologizado en pecado y apostasía se acerca cada vez más. La inmensa mayoría de la humanidad vaga como sombras errantes, sin darse cuenta de que la hora de mi Justicia ya está llamando a la puerta; los días, meses y años que aún están por venir, para que todo se cumpla, serán cada vez más cortos. El transcurso del tiempo y la vida frenética no permitirán que muchos despierten; y mi Justicia vendrá como un rayo, como un ladrón en la noche, y encontrará a muchos dormidos.
Preparad entonces, mi fiel rebaño; no temáis, estos son días de purificación, necesarios para vuestra liberación; estad alerta y vigilantes en vuestra mente, pues los ataques a vuestros sentidos ya han comenzado; estáis en la primera fase del ataque de mi adversario; os enfrentará unos a otros; hermano contra hermano, padre contra hijo, suegra contra nuera, marido contra esposa, hombre contra hombre, y no será el fin sino el principio de los dolores.
Los celos, los pensamientos falsos, las falsas imaginaciones, la envidia y otros pecados de la carne, serán las armas que mi adversario usará para robaros la paz. Por eso, hijos míos; debéis estar sellándoos con mi Sangre, especialmente vuestra mente y vuestros sentidos; invocad la presencia de vuestro Ángel Guardián; él os asistirá en vuestras batallas espirituales y jugará un papel muy importante en vuestra liberación. No seáis necios y tontos queriendo luchar por vuestros propios medios, sin la protección del Cielo; recordad que estos son ataques espirituales que solo se contrarrestan con oración, ayuno, fe, obras y perseverancia.
Invocad entonces la presencia de vuestro Ángel Guardián; él luchará con vosotros y no permitirá que los dardos incendiarios del maligno os hagan daño; os doy esta oración de protección a vuestro Ángel Guardián; para que podáis decirla día y noche y permanezcáis bajo su protección. Decid así: "Oh, bendito Ángel de mi Guardia; encomiendo a vuestro cuidado mi cuerpo, alma y espíritu; luchad conmigo contra toda fuerza del mal; en la batalla espiritual contra el enemigo de mi alma no me abandonéis; día y noche permaneced a mi lado; liberad mi cuerpo de la venganza, accidentes, violencia, etc. Proteged mi mente, sentidos, pensamientos y poderes de todo dardo incendiario y guardad mi espíritu de caer en pecado. Tomadme de la mano y allanad el camino que me conduce a la Gloria de Dios". Amén. Soy vuestro Padre, Jesús en el Santísimo Sacramento, el Buen Pastor de todos los tiempos. Haced conocer mis mensajes, hijos míos.
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