Mensajes de Jesús Buen Pastor a Enoc, Colombia
martes, 24 de febrero de 2015
Llamamiento de San Miguel a la Humanidad.
¡Oh, mujeres mundanas, el Cielo no aprueba lo que están haciendo con sus cuerpos! Cada implante o procedimiento quirúrgico, hecho por pura vanidad, transformando la obra de Mi Padre, será castigado en la eternidad.

Gloria a Dios, gloria a Dios, gloria a Dios. Aleluya, aleluya, aleluya, que la paz del Altísimo esté con todos vosotros, los de buena voluntad.
Mortales, se acerca el tiempo de vuestro encuentro con Mi Padre; preparaos espiritualmente confesando bien vuestros pecados, ayunando y haciendo penitencia; rezad en todo momento para que cuando seáis presentados ante el tribunal de Dios, estéis irreprochables y vuestra alma no tenga que sufrir ningún tipo de padecimiento. Volved a Dios, almas que vagan en la oscuridad, volved a Dios, almas mundanas; definíos, almas tibias, porque el llamamiento de Mi Padre está golpeando a la puerta. Ejército Militante, ¡estad alerta porque los días son de guerra espiritual!
Purificad vuestra mente con oración y con la Sangre del Cordero de Dios para que las dardos del maligno no puedan dañaros; recordad que vuestra alma es el centro del ataque y que la mente está incluida en ella; por lo tanto, rezad constantemente para poder derrotar las tentaciones de la carne que se volverán más intensas. Muchos a través de los pecados de la carne serán subyugados y perderán su alma.
El maligno conoce vuestra debilidad humana y sabe cuán débiles sois en la carne; por eso deberíais mortificarla rezando, ayunando y haciendo penitencia para que podáis ser fortalecidos y capaces de derrotar las tentaciones en esta área que será lo más duro de las pruebas. Cónyuges: sed fieles; hombres y mujeres: guardad vuestra castidad; todos vosotros vivid como hijos de la luz para poder iluminar la oscuridad que se acerca.
¡Oh, mujeres mundanas, el Cielo no aprueba lo que están haciendo con sus cuerpos! Cada implante o procedimiento quirúrgico, hecho por pura vanidad, transformando la obra de Mi Padre, será castigado en la eternidad. Vuestro cuerpo es templo del Espíritu y una maravillosa obra de Mi Padre, y vosotros mortales no podéis hacer uso de él solo para satisfacer vuestra vanidad. ¡Ay de aquellos que por vanidad cambian el cuerpo que Dios les ha dado! Os aseguro que si no lo reparáis y pedís perdón al Altísimo, incluso ahora tenéis garantizada vuestra recompensa en la eternidad y la sentencia será: muerte eterna. Vuestra vanidad será vuestra condena.
Hoy muchas naciones están perdidas debido al pecado y a la maldad; Mi Padre como con Sodoma y Gomorra las visitará, y sacará de ellas a los justos antes de enviar sobre ellas fuego del cielo para destruirlas para siempre de la faz de la tierra. Preparaos, mortales, porque se acerca el día de la Justa Ira de Dios sobre las naciones! Incrédulos, despertad y no tentéis al Altísimo, porque el gran y terrible día está casi encima vuestro y vais a perderos por vuestra incredulidad.
Se están dando señales en el cielo y en la tierra y vosotros seguís pidiendo una señal para poder creer; os digo que ninguna señal se dará y continuar así en vuestra incredulidad será vuestra ruina, seréis como una paja encendida en el fuego eterno.
Sodomitas, dejad de pecar y transgredir contra las leyes de Dios porque se acerca el día de vuestro paso a la eternidad y si no cambiáis y os arrepentís en vuestros corazones, estaréis perdidos para siempre.
Muchos de vosotros ahora no volveréis a este mundo, porque vuestra oscuridad no podrá soportar la luz de Dios y, debido a vuestro fracaso al arrepentiros, iréis directamente al Seol. Volved entonces, oh mortales, vuestros ojos hacia Dios, porque el día de vuestro paso a la eternidad está golpeando a la puerta.
Vuestro Hermano y consejero, Miguel Arcángel. Gloria a Dios, gloria a Dios, gloria a Dios.
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