domingo, 10 de diciembre de 2017

Llamado urgente de los Arcángeles y Ángeles Guardianes del Reino de Dios, a.

¡Humanidad! Almas que están en pecado mortal, ¡arrepentíos de una vez!

Alabado sea el Altísimo, bendito Su Santo Nombre por todas las generaciones. Aleluya, Aleluya, Gloria a Dios.

Hermanos, la Gloria de Dios pronto se manifestará ante vosotros; corred mortales para estar en paz con el Altísimo, porque se acerca el Gran Día del Señor.

La Advertencia está cerca y cuando llegue, toda vuestra vida pasará como una película delante de vuestros propios ojos.

Todo lo que haya en vuestro paso por la eternidad será juzgado, pesado y medido; incluso vuestras palabras ociosas y ambiguas serán tomadas en cuenta.

¡Ay de aquellos con vocabulario profano! Y ay de los que solo pronuncian maldiciones con sus bocas; ¡ay de quienes calumnian y dicen mentiras, porque van a sentir fuego que se les pegará a la lengua!

El infierno aguarda a la vasta mayoría de esta humanidad que ha dado la espalda al Dios de vida. Pobres almas, no quieren despertar, continúan en su loca carrera de pecado; ¡Si no se arrepienten antes de la Advertencia, encontrarán muerte eterna en la eternidad! Todos los que estén en pecado mortal cuando llegue la Advertencia irán directamente al infierno.

Solo aquellos que, estando en pecado mortal, se arrepientan antes de la Advertencia alcanzarán la misericordia. A estos serán llevados al infierno, pero no se perderán, se les dará una oportunidad para regresar, para alejarse del pecado y volver al camino de salvación.

Somos los Arcángeles y los Ángeles Guardianes del Reino de Dios, quienes nos estamos comunicando con vosotros.

Os pedimos con humildad que volváis a Dios con un corazón sincero; ¡dejad de pecar hermanos dejad de ofender al Altísimo!

Recordad que lo que está en juego es la salvación de vuestra alma y nuestro Padre no quiere vuestra muerte, sino que viváis eternamente.

Hermanos, muchas almas se van a condenar cuando llegue la Advertencia, por no querer refugiarse bajo la Misericordia de Dios en este mundo.

Os pedimos almas que viven en pecado mortal: ¿Qué esperáis para volver a Dios?

Mirad que estos ya son instantes de Misericordia que estáis viviendo, no los dejéis escapar.

Apurad a poner vuestras cuentas en orden, corred a confesar vuestros pecados, para que limpiéis vuestra alma y así podáis alcanzar la misericordia en la eternidad! Almas que están en pecado mortal, ¡arrepentíos de una vez!

Hacemos un llamado urgente a todos aquellos que estén en pecado mortal, para que lo antes posible se alejen del pecado, se arrepientan, confiesen y reparen sus faltas.

Hermanos, no descuidéis nuestro llamamiento; Reflexionad de nuevo y ya no pequéis más, porque el día de la Advertencia está tocando a la puerta de vuestra alma.

Gloria a Dios, Gloria a Dios, Gloria a Dios. Aleluya, Aleluya, Aleluya, y paz a los hombres de buena voluntad.

Vuestros Hermanos y Servidores, Arcángeles y Ángeles Guardianes del Reino del Altísimo

Que nuestros mensajes se den a conocer a toda la humanidad, hijos de Dios.