viernes, 7 de diciembre de 2018

Urgente llamado de San Miguel Arcángel al Pueblo de Dios. Mensaje a Enoc.

El castigo para las naciones malvadas se acerca.

¿Quién es como Dios? Nadie es como Dios.

Dad gloria al Altísimo, porque Grande es Su Misericordia.

Hermanos, el Cielo nunca se cansa de manifestarse a los hombres, grandes manifestaciones están teniendo lugar en los cielos y en la tierra, esperando que esta humanidad regrese al Amor de Dios y no tenga que conocer Su Justicia. El castigo para las naciones malvadas se acerca y estas continúan quebrantando los Sagrados Preceptos y promulgando leyes contra natura. Naciones impías, muy pronto van a conocer la justa Ira de Dios, ¡que será descargada sobre ustedes con toda Su Justicia!

El pecado de esta humanidad, hermanos, ha superado todos los límites; la sangre de los inocentes que asesinan vilmente diariamente, clama por justicia, los pecados contra natura que sus legisladores y gobernantes aprueban, son insultos al Amor de Dios y también claman por justicia. La explotación e injusticia de vuestros líderes hacia el Pueblo de Dios también piden justicia; todo esto junto con la quebradura de los Sagrados Preceptos, es lo que desatará la Justa Ira de Dios, contra vuestras naciones malvadas. Mi Padre os castigará severamente y muchas de estas naciones pecadoras serán borradas de la faz de la tierra.

Hermanos, la llegada de la Advertencia ha sido acelerada por el mal y pecado existente; preparaos Pueblo de Dios, porque vuestro paso a través de la eternidad está llegando. Millones de almas se perderán con la llegada de la Advertencia, por no estar preparados; muchos están en pecado mortal y no resistirán el paso a través de la eternidad. El Cielo ya está preparado para recibir almas; el Supremo Tribunal está listo y la Balanza de la Justicia Divina, espera pesar las obras de esta humanidad ingrata.

¡Ay de aquellos que aún no despiertan de su letargo espiritual!, porque van a ser tomados por la Advertencia dormidos y cuando se levanten, será demasiado tarde para ellos! El despertar de conciencias es una realidad hermanos; la Advertencia no es un invento o historia creada para intimidaros; Es la última oportunidad que Dios os está dando para que os reconciliéis con Él, abandonéis el pecado y así podáis disfrutar mañana la alegría de la vida eterna.

Hermanos, todos los Hijos de Dios después de la Advertencia, tendrán el sello de la Sangre del Cordero Divino en sus frentes, que les distinguirá en este mundo del rebaño del adversario. Muchas almas en pecado mortal, por su maldad y por la gravedad de sus pecados, no resistirán la Advertencia y se perderán eternamente. Habrá otras almas quienes, estando en pecado mortal, tendrán la oportunidad de regresar, ya que sus pecados no están revestidos con tanto mal. Esas almas deberán comprometerse ante el Supremo Tribunal a abandonar el pecado y volver a Dios. Todos aquellos que estén en pecado mortal, junto con los tibios de corazón cuando llegue la Advertencia, serán llevados al infierno. Respecto a las almas quienes se les dará la oportunidad de regresar, pero no cambien con el Milagro y continúen pecando, mi Padre los borrará de la faz de la tierra y serán arrojados al fuego eterno.

Las almas que se les dará esta oportunidad para cambiar no estarán marcadas con el Sello de la Sangre del Cordero. Los distinguiréis del rebaño del adversario, porque vendrán espiritualmente encadenados por sus pecados. En medida de su conversión el sello en sus frentes aparecerá y sus cadenas de pecado desaparecerán. Recordad que todo el Pueblo de Dios, después de la Advertencia, tendrá los dones y el carisma necesarios para la gran batalla espiritual. Con estas gracias podréis distinguir quién es de Dios y quién no. Reconoceréis fácilmente al rebaño del adversario por su oscuridad, blasfemia y odio a Dios. La negrura de sus ojos y su apariencia monstruosa les denunciará; es el sello con que vendrán a este mundo.

Así preparaos rebaño de mi Padre, porque vuestro paso a través de la eternidad está llegando. Estad en gracia de Dios, estad alertas y vigilantes, para que cuando el Maestro llame a la puerta de vuestra alma, os encuentre despiertos y podáis caminar con Él, hacia la eternidad. Que la Paz del Altísimo permanezca en los corazones de hombres de Buena Voluntad.

¿Quién es como Dios? ¡Nadie es como Dios!

Vuestro Hermano y Siervo, Miguel Arcángel.

Hermanos dejemos que mis mensajes sean conocidos a toda la humanidad.”