miércoles, 21 de noviembre de 2001

Miércoles, 21 de noviembre de 2001

Mensaje de Jesucristo dado a la Visionaria Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

"Soy tu Jesús, nacido Encarnado. En verdad te digo que hoy la verdadera guerra no se está librando en alguna tierra lejana, sino en cada corazón. Cada alma es el campo de batalla en esta guerra que se libra entre el bien y el mal. Las armas del mal no destruyen edificios, sino almas. El precio que estas armas cobran no es la vida física, sino la salvación eterna."

"Estas son algunas de las armas más fuertes de Satanás que pasan desapercibidas para la mayoría: Pensamiento y acción pervertidos – cuyo fruto son los crímenes contra los inocentes; una falsa sensación de seguridad – cuyo fruto es el compromiso, la complacencia e incluso la apatía; amor propio desordenado que coloca al yo por encima de Dios y del prójimo – esta es la base de todo pecado y la puerta que Satanás usa para entrar en los corazones."

"Estas son las armas que los hijos de Dios deben usar en esta guerra: Dedicación a la oración y al sacrificio, especialmente la Misa, si eres católico, los sacramentos, si eres católico, y el rosario; el uso de Agua Bendita en el hogar, la lectura de las Escrituras, la entrega al viaje a través de las Cámaras de Nuestros Corazones Unidos; la Consagración de los Hogares a Nuestros Corazones Unidos."

"Aunque el enemigo puede ser insidioso e invisible, la guerra está muy presente. Cada uno debe refinar sus esfuerzos para ser santo en el momento presente. Cada alma está en esta guerra. ¡Es real! ¡El enemigo es real! En verdad te digo, seremos al final victoriosos juntos si prestas atención a Mis Palabras."