martes, 5 de marzo de 2019

Martes, 5 De Marzo De 2019

Mensaje de Dios Padre dado a la vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE.UU.

Una vez más, yo (Maureen) veo una Gran Llama que he llegado a conocer como el Corazón de Dios Padre. Dice: "Mi tristeza son aquellos que no buscan Mi Voluntad en las decisiones cotidianas. Mi alegría son aquellas almas que buscan Mi Voluntad y se atienen a ella. Aquellos que desean complacerme en todo ya viven en la Nueva Jerusalén. Les envuelvo con Mis Brazos y les abrazo en los buenos y en los malos momentos».

"Continúo dirigiéndome al mundo a través de estos Mensajes,* pues Mi deseo Paternal es aumentar el Remanente. Es el Remanente quien debe llevar adelante la Tradición de la Fe. El Remanente debe aferrarse tenazmente a las Verdades de la Fe a pesar de la oposición de la sociedad. La «nueva moral» ha hecho mella en esta generación y la sana moral se considera anticuada."

"Mi Voluntad está en cada momento presente. Las cruces se dan para fortalecer el alma si las acepta como parte de Mi Voluntad Permisiva. La aceptación de tus cruces trae la gracia al mundo donde prevalece el pecado: la gracia de la convicción de las conciencias y la conversión de los corazones. Por tanto, tu entrega a cualquier cruz aumenta Mi Remanente. Comprended, pues, lo importante que es para Mí vuestra aceptación de cualquier cruz. Persevera».

* Los Mensajes del Amor Santo y Divino en el Manantial y Santuario de Maranatha.

Lee Efesios 2:19-22+.

Así que ya no sois extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo Jesús mismo, en quien todo el edificio está unido y crece para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también estáis edificados para morada de Dios en el Espíritu.

Lee Filipenses 2:14-18+.

Hacedlo todo sin murmuraciones ni discusiones, para que seáis irreprensibles e inocentes, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación torcida y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo, manteniendo firme la palabra de vida, para que en el día de Cristo pueda estar orgulloso de no haber corrido en vano ni trabajado en vano. Incluso si he de ser derramado como libación sobre la ofrenda sacrificial de vuestra fe, me alegro y me regocijo con todos vosotros. Del mismo modo, también vosotros debéis alegraros y regocijaros conmigo.