miércoles, 18 de septiembre de 2019

Miércoles 18 De Septiembre De 2019

Mensaje de Dios Padre dado a la vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, Usa

Una vez más, yo (Maureen) veo una Gran Llama que he llegado a conocer como el Corazón de Dios Padre. Dice: "Hijos, guardad bien los puertos de la Verdad dentro de vuestros propios corazones. Ésta es la forma en que Satanás promueve su agenda, mediante el compromiso de la Verdad en los corazones. El hombre no espiritual no busca ni reconoce el puerto de entrada de Satanás. Hay miríadas de almas atacadas hoy que ni siquiera lo saben».

"Permanece cerca de tu ángel de la guarda, que busca tu bienestar, tu salvación en cada momento presente. Así como hay millones de almas descarriadas en el mundo actual, hay otros tantos ángeles en el mundo que luchan por la rectitud de los corazones. Reza a tus ángeles y busca su ayuda para tomar decisiones».

"Los corazones que son vasos de paz están de acuerdo con Mi Voluntad. Son los que eligen sabiamente y no se permiten elegir imprudentemente. El maligno no quiere que ningún corazón esté en paz. Por tanto, date cuenta de que donde hay confusión y distracción, estás luchando contra Satanás. Así es como Satanás se opone más a menudo a Mis Planes. El Ángel de la Paz -Ezequiel- supervisa esta propiedad.* Puedes sentir su presencia aquí. Él ayudará a todos los que vengan aquí a encontrar la Verdad en sus vidas».

* El lugar de aparición del Manantial y Santuario de Maranatha.

Lee Hebreos 2:1-3+

Por eso debemos prestar más atención a lo que hemos oído, no sea que nos alejemos de ello. Pues si el mensaje declarado por los ángeles fue válido y toda transgresión o desobediencia recibió una justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? Fue declarada al principio por el Señor, y nos fue atestiguada por los que le oyeron.

Lee Hebreos 3:12-13+.

Cuidaos, hermanos, de que no haya en alguno de vosotros un corazón malo e incrédulo, que os haga apartaros del Dios vivo. Antes bien, exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice «hoy», para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.