martes, 22 de octubre de 2019

Martes, 22 De Octubre De 2019

Mensaje de Dios Padre dado a la vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE.UU.

Una vez más, yo (Maureen) veo una Gran Llama que he llegado a conocer como el Corazón de Dios Padre. Dice: "Hijos, por favor, escuchad mientras me explayo sobre la grandeza de la Bendición Apocalíptica que impartí a la gente anoche.* Ésta es una Bendición diferente a cualquier otra que hayáis recibido en el pasado. Esta Bendición reposa en tu corazón y permanece contigo durante el resto de tu viaje por la Tierra. Te da valor ante el cambio, perseverancia en cualquier prueba. Esta Bendición os ayuda a convertiros en guerreros de la Verdad. La Verdad de la que hablo es la diferencia entre el bien y el mal».

"Una vez que hayáis recibido esta Bendición, los corazones y las vidas cambiarán. Veréis el bien en todos. Seréis Apóstoles del Amor Santo. Vuestro interior -vidas espirituales- será transformado por la Verdad. Una vez más, os digo que podéis recibir la Bendición enviándome vuestro ángel** cuando esté impartiendo esta Bendición aquí en este sitio.*** Es a través de esta Bendición, que espero convertir el corazón del mundo."

* Durante el Servicio Ecuménico de Oración de los lunes a las 7 de la tarde.

** Sus ángeles de la guarda vuelven a ellos con una porción de la Bendición en proporción a la cantidad de fe que haya en sus corazones.

*** El lugar de la aparición, el Manantial y Santuario de Maranatha.

Lee Judas 17-23+

Pero debéis recordar, amados, las predicciones de los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo; ellos os dijeron: «En los últimos tiempos habrá burladores, que seguirán sus propias pasiones impías». Son éstos los que establecen divisiones, gente mundana, desprovista del Espíritu. Pero vosotros, amados, edificaos sobre vuestra santísima fe; orad en el Espíritu Santo; manteneos en el amor de Dios; esperad la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para la vida eterna. Y convenced a algunos, que dudan; salvad a algunos, arrebatándolos del fuego; sobre algunos tened misericordia con temor, aborreciendo incluso el vestido manchado por la carne.