viernes, 7 de mayo de 2021

Viernes, 7 De Mayo De 2021

Mensaje de Dios Padre dado a la vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE.UU.

Una vez más, yo (Maureen) veo una Gran Llama que he llegado a conocer como el Corazón de Dios Padre. Dice: "Cada persona debe ser responsable de su propio bienestar físico comiendo adecuadamente, haciendo ejercicio... en general, cuidando de sí misma. Lo mismo ocurre con el bienestar espiritual de cada alma. Necesita una dieta de oración, sazonada con sacrificios. Si el alma descuida esta dieta, se aleja cada vez más de Mí, la Fuente de todo bien».

"Hoy en día, se desprecia mucho la espiritualidad que cada alma necesita cuidar. El alma se vuelve hambrienta del alimento de la oración y el sacrificio. Esta enfermedad del alma recibe poca atención cuanto más hambrienta está. Pronto el alma está muy lejos de obedecer Mis Mandamientos o de complacerme».

"Hablo así hoy, para despertar a los corazones en cuanto a su camino espiritual. Sólo mediante elecciones de libre albedrío puede el alma llegar a ser y permanecer espiritualmente sana. En esta llamada al bienestar espiritual, reconoce que el alma que no está espiritualmente sana es susceptible de enfermar, igual que un cuerpo enfermo. Estas enfermedades son cualquier cosa que desaliente la oración y los sacrificios diarios. El alma debe rezar para identificar y reconocer estas influencias negativas. Si reza con un deseo sincero de iluminación, ayudaré al alma en la iluminación».

"Siempre estoy del lado del bienestar de cada alma. Reza pidiendo Mi guía. Nunca estás solo en ninguna batalla espiritual».

Lee el Salmo 139:23-24+.

¡Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón! ¡Pruébame y conoce mis pensamientos! ¡Y mira si hay en mí algún camino perverso, y guíame por el camino eterno!

Lee Gálatas 6:7-10+

No os engañéis; Dios no se burla, pues todo lo que el hombre siembra, eso también segará. Porque el que siembra para su propia carne, de la carne segará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. Y no nos cansemos de hacer el bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así pues, según tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos los hombres, y especialmente a los de la familia de la fe.