lunes, 20 de octubre de 1997

Mensaje de Nuestro Señor a Edson Glauber

Dada: en Manaus a: Edson Glauber

Durante la oración, Jesús apareció sentado majestuosamente en un trono muy hermoso, teniendo un ángel a cada lado, que estaban arrodillados.

Mientras rezábamos el rosario, Jesús estaba recogiendo nuestras oraciones como rosas y transformándolas, con sus manos, muy brillantes y doradas, como oro. Me comunicó lo siguiente:

"Escuchen Mis hijos: sean Mi palabra viva en el mundo. Hablen a todos sobre la importancia y el valor de rezar el Rosario de Mi Madre, porque cada Ave María rezada, es como rosas doradas, transformadas en gracias que derramo de Mi Corazón sobre todos ustedes.

Mediten, mediten, mediten sobre cuán grande es Mi amor por ustedes. Mírenme en sus corazones. Estoy unido a ustedes a través de la oración.

Son tan frágiles, tan mezquinos, tan llenos de defectos, pero son templos del Espíritu Santo y Él mora en ustedes.

Pero son templos del Espíritu Santo y Él mora en ustedes, y ahí radica su valor. Nuestra Señora transmitió el siguiente mensaje:

"Queridos hijos, entiendan que su Creador está unido a ustedes de una manera muy especial.

Piensen en sus corazones. ¿Qué puedo ofrecer a Mi Señor? ¡Y seguramente Él responderá: su amor y su servicio a sus hermanos y hermanas más necesitados! Miren a Jesús. Él es la Luz que ilumina sus caminos. Él es la Luz eterna que los ilumina en la oscuridad más densa."