jueves, 15 de junio de 2000

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos, Yo soy la Reina de la Paz. Deseo que cada uno de ustedes acoja el llamado de mi Señor con el corazón abierto. Oren, oren, oren, pero oren siempre más, porque el mundo necesita mucha oración.

Satanás quiere destruir tantas almas, pero si oran y escuchan mis llamados, muchas almas serán salvadas de sus garras y convertidas. Estoy aquí para ayudarles en todas sus necesidades.

Gracias por su presencia. Han sido elegidos para consolar el Corazón de su Madre Celestial. Hoy me siento consolada por su oración y su amor por mí y por mi Hijo. Jesús les envía su bendición....

Cuando Nuestra Señora me dijo esto, Jesús, que nos estaba bendiciendo, apareció. Lo vi solo desde la mitad hacia arriba, e inmediatamente después desapareció.

Que mi Hijo siempre les conceda su luz y su bendición. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

En esta aparición, le hice a Nuestra Señora una pregunta: Nuestra Señora, ¿lo que sucedió en Moscú es lo que usted dijo sobre la profecía de Don Bosco a Ghiaie di Bonate, y lo que usted me reveló en Manaus, sobre el evento que ocurrió en el mes de diciembre?

Sí. Satanás trató de destruir una Iglesia dedicada a mi Inmaculada Concepción, pero mis hijos acudieron en ayuda de su Madre Celestial, ofreciendo sus oraciones, sacrificios y penitencias y adorando a mi Hijo Jesús verdaderamente, pidiéndole su fuerza y Jesús les concedió la gracia de la victoria. Así se cumplió la profecía de Don Bosco.

Recuerden lo que Dios le reveló a él: que la Eucaristía y la Inmaculada Concepción salvarían a la Iglesia. Yo soy la Inmaculada Concepción. Este privilegio, tan querido para mí, dado por Dios, enfurece y perturba a mi enemigo, por lo que trata de hacer que mis hijos desprecien este gran privilegio.

Que el Señor Dios siempre sea su ayuda. Acérquense a Dios y siempre lograrán la victoria en las situaciones más difíciles que atraviesa la Iglesia.