jueves, 12 de julio de 2001

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con vosotros!

Queridos hijos, Yo soy la Reina de la Paz. Os invito a la oración y a la conversión. Orad, orad, orad. Con la oración podéis encontrar la paz y la alegría de Dios, y así vuestras vidas serán transformadas. Como vuestra Madre os bendigo y os coloco en mi Corazón.

Mis queridos jóvenes, gracias por vuestra presencia. Hoy os bendigo de una manera especial y os presento a Jesús. Sois importantes para Dios. Para que entendáis mi llamada: ¡orad! No permitáis que el bien que hay en vosotros sea destruido por el pecado. Sed hijos de Dios, no hijos de la oscuridad. Cada uno es especial para mi Corazón. Si me dais vuestros corazones, puedo ofrecerlos a Jesús. Orad por vuestras familias y por los jóvenes de todo el mundo.

Si oráis, muchos encontrarán la luz de Dios y se salvarán. Que la oración sea siempre parte de vuestras vidas. Jesús me ha enviado aquí para que pueda daros Sus gracias y Su amor.

No temáis, porque Dios siempre os acompaña y os protege. Si escucháis mis llamadas, estaréis contribuyendo al bien y a la paz del mundo.

¡Escuchadme! ¡Escuchadme! ¡Escuchadme! Os hablo como una Madre amorosa y bondadosa, porque todos sois mis hijos. Os envío mi beso amoroso y mi bendición: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!