miércoles, 27 de marzo de 2002

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Maceió, Alagoas, Brasil

Esta noche, la Santísima Virgen apareció nuevamente después de la oración del rosario. Vestía un vestido azul y tenía un velo blanco sobre la cabeza. Esta noche, me mostró nuevamente el purgatorio. El mensaje de esta noche fue el siguiente:

¡La paz esté con ustedes!

Mis queridos hijos, ofrezcan sus oraciones a Nuestro Señor para que Su Sagrado Corazón sea consolado.

Oren y así, el Señor les concederá la gracia de la apertura de sus corazones cada vez más y la santidad inundará todo su ser. Con sus oraciones el mundo se convertirá y se acercará al Señor. Les pido que vivan mis llamados: son mensajes del cielo, mensajes de Dios. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!

Madre, muchos piden gracias para resolver los problemas que atraviesan y para superar las pruebas. ¿Tiene algo que decirles a estas personas?

Mis hijos, si realmente oran con un corazón abierto y se entregan profundamente en las manos del Señor, recibirán las gracias que necesitan. Confíen más y entréguense más.

¿Tiene algo que decir a los jóvenes del grupo que también están experimentando dificultades?

Si los jóvenes no oran, no podrán superar las pruebas. Muchos aún no permiten que el Señor los guíe, porque están demasiado apegados a las cosas y preocupaciones del mundo. Necesitan dejar que el Señor los guíe. Si lo hacen, podrán superar las pruebas sin desanimarse.

Nos bendijo y comenzó a elevarse lentamente. Antes de desaparecer dijo:

Oren por la apertura de los corazones endurecidos. Todavía hay muchos corazones endurecidos en el mundo. Oren, oren, oren!