domingo, 6 de enero de 2008

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Brescia, BS, Italia

¡La paz esté con ustedes!

Mis hijos, una vez más vengo del Cielo para bendecirlos y darles la bienvenida a mi Corazón maternal.

Soy su Madre. Soy la Virgen de los pobres y la Madre de los más pequeños y humildes. Soy su querida Madre que a menudo sufre y ora ante el trono de Dios por ustedes. Acepten mis llamados a la conversión. Coloquen las palabras de su Madre dentro de sus pequeños corazones para abrirlos a Dios.

Durante tanto tiempo me he dedicado a su salvación. Sean sinceros al vivir su conversión diaria, sean de Dios y den la bienvenida a Él en sus vidas definitivamente viviendo su Evangelio y sus mandamientos. Hagan de sus hogares un lugar sagrado donde Dios pueda morar, dándoles la vida eterna y sus gracias. Oren por las familias, oren mucho por las familias, porque mi Corazón está amargado de dolor cuando veo una familia destruida por el diablo, porque no me escuchan y no oran como les pido. Acepten y vivan este llamado mío. Gracias por su presencia. Gracias por darme su tiempo, por estar aquí para orar. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!

En esta aparición, Nuestra Señora vestía de manera diferente. Tenía un velo blanco y un vestido blanco con un hermoso cinturón azul alrededor de la cintura. Tenía una rosa dorada en su pie derecho y su cabeza estaba ligeramente inclinada. Cuando dijo, Soy su Madre. Soy la Virgen de los pobres... me recordó que ese día estaba comenzando su novena como la Virgen de los Pobres, cuando apareció en Banneux, Bélgica el 15 de enero de 1933, cuando la niña Mariette Beco apareció.