jueves, 14 de julio de 2016

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡Paz mis queridos hijos, paz!

Hijos míos, yo vuestra Madre, os amo y vengo del cielo para pediros que recéis por la paz del mundo y por la paz en las familias que se han olvidado de Dios, porque pecan y están apegadas a las cosas materiales.

No os apartéis de Dios, hijos míos. No abandonéis el amor de Dios para seguir las ilusiones que os ofrece el demonio. El mundo, las cosas materiales y el poder son pasajeros, hijos, pero el amor de Dios y el cielo son eternos.

Venced al demonio rezando el rosario, consagrándoos al Corazón de mi Hijo, a mi Corazón Inmaculado y al Corazón castísimo de San José.

No cometáis pecados graves. No ofendáis a mi Divino Hijo. Vivid lo que os digo. Ya os he dado muchos mensajes. Ya os he concedido muchas gracias. He llorado y suplicado y dado muchas señales de mi amor por vosotros, en diversas partes del mundo, pero aún no habéis abierto verdaderamente vuestros corazones a Dios.

Olvidáis rápidamente nuestro amor por vosotros y os dejáis vencer por el mal, porque aún no habéis sabido renunciar a vuestra propia voluntad.

En la Eucaristía, después de que vuestras almas hayan sido lavadas y purificadas por la sangre de mi Hijo en la confesión, poneos en las manos de mi Hijo Jesús, que os conducirá al Padre.

Rezad mucho. La humanidad está al borde de grandes calamidades y muchos están sordos y ciegos a las obras de la Santísima Trinidad.

Despierta, implora la misericordia de Dios para ti y para el mundo, en este tiempo de gracia. No perdáis la oportunidad que Dios os da de renovar vuestros corazones en el amor y la gracia de mi Divino Hijo.

Os amo y estoy aquí porque quiero veros felices y en paz. Paz, hijos míos, a vuestros corazones. Amor para todos vosotros, para que seáis de Dios. Volved a vuestros hogares con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.