sábado, 25 de agosto de 2018

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡Paz mis amados hijos, paz!

Hijos míos, yo, vuestra Madre, vengo del cielo para pediros que recéis con amor y dedicación por la conversión y la salvación de las familias de todo el mundo.

Una familia que no reza unida no puede permanecer mucho tiempo en el santo camino de Dios. Rezad mucho, hijos míos, porque Satanás está destruyendo a muchas familias, por la falta de oración y de amor en su seno.

Estoy aquí para acogeros a vosotros y a vuestras familias en mi Corazón Inmaculado, para que estéis protegidos de todos los peligros del alma y del cuerpo. Rezad al Espíritu Santo, para que os ilumine cada vez más y os muestre el verdadero camino a seguir, que os conducirá al reino de los cielos.

Te amo y mi amor maternal y mi bendición están sobre ti. Gracias por vuestra presencia. Volved a vuestros hogares con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

La Virgen rezó en silencio sobre cada uno de nosotros y suplicó al Señor por nosotros y por nuestras familias. Habló conmigo de algunas cosas personales para mi vida, de Itapiranga y de su trabajo. Con su mirada maternal me daba confianza y esperanza en el amor de Dios y en su amor maternal. Cuando nos bendijo y subió hacia el cielo iba dejando un camino de luz por donde pasaba y aparecían arriba, a su derecha y a su izquierda, el Corazón de Jesús, su Corazón Inmaculado y el Corazón de San José brillando en forma de luz. Comprendí que debemos hacer siempre la Consagración a los tres Sagrados Corazones de la Sagrada Familia: por nosotros mismos, por nuestras familias, y enseñando esta consagración también a todas las familias del mundo entero.