jueves, 18 de abril de 2019

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Hoy siento el sufrimiento y la tristeza del Corazón de Jesús, despreciado y ultrajado por la humanidad ingrata. Siento, en partes, un dolor y una pesadez que me amargan el alma. Más tarde, Jesús habló a mi Corazón:

Los hombres ya no me adoran. Me han olvidado a mí y a mi amor. Mi agonía en Getsemaní fue terrible, profunda y dolorosa. Me sentí sola y abandonada, sin tener a nadie que velara una hora conmigo. Mis apóstoles estaban ebrios de sueño y se dejaron vencer.

Hoy, cuántos están ebrios en el sueño profundo del pecado y de las pasiones mundanas, dormidos ante la gracia divina que podría salvarlos.

Estos días, paso horas y más horas de agonía, solo y abandonado en los muchos sagrarios, en tantas iglesias de todo el mundo, sin que ningún alma venga a adorarme.

A veces, los que vienen a la Iglesia y se ponen en adoración ante mí, sólo están presentes con sus cuerpos, pero los corazones de muchos de ellos están atrapados en el mundo, lejos de mí y de mi amor divino.

Busco almas que me amen y adoren de verdad, que anhelen mi amor, que deseen inmolarse, abandonándose a mis pies por la salvación del mundo. Busco almas que deseen ser mías, que quieran hacer mi voluntad divina y quieran permanecer en ella para siempre, así como dentro de mi Sagrado Corazón.

Estoy eligiendo y preparando a las almas que arderán y se consumirán de amor, ante mi Trono, que se dejarán formar por mi voluntad y modelar por mis manos, para que lleguen a ser imágenes perfectas de mí.

Lucha por el Reino de los Cielos. Nada es comparable a la gloria del Cielo. Que mis palabras de amor calienten y santifiquen las almas. Estas palabras mías tocarán muchos corazones y realizarán grandes milagros de amor y conversión.

Permanece siempre en mi amor, para que seas mía por completo. Purifícate de tus pecados y reconoce tu nada ante mí. ¡Te bendigo a ti y a toda la humanidad!

¡Gloria a Ti, Señor Jesús! Bendito sea Tu Santísimo Nombre por los siglos de los siglos. Amén.