jueves, 2 de mayo de 2019

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

La Virgen estaba radiante y hermosa, dentro de aquella intensa luz de amor. Su manto era largo, caía a los lados y por detrás, parecía interminable. Durante la aparición oí varias voces que cantaban, porque ella había venido del cielo a la tierra. Eran los Ángeles del Cielo, todos felices de que la Virgen estuviera entre nosotros. Ella me miró amablemente y dijo

¡Paz mis queridos hijos, paz!

Hijos míos, soy la Reina del Rosario y de la Paz, y he venido del cielo, a esta tierra del Amazonas, aquí en Itapiranga, para deciros que Dios os ama y desea vuestra felicidad.

Rezad hijos míos, intensamente y con fe, y obtendréis todo del Corazón de mi Hijo Jesús y del Corazón de mi Madre.

Os amo y deseo el bien de vuestras almas. Escuchad la llamada de Dios, la santa llamada que os hace a través de mí. No os apartéis nunca del Señor, porque su amor eterno os protege a vosotros y a vuestras familias de tantos males y peligros del alma y del cuerpo.

Hijos míos, interceded por el bien del mundo y de vuestra nación. Una guerra llegará a Brasil si mis hijos no rezan y hacen penitencia y muchas familias del Amazonas sufrirán.

En este momento, me mostró escenas tristes que suceden en Brasil y en Amazonas, si la gente no se arrepiente de sus pecados y no cambia de vida, porque Dios ya está muy ofendido.

Vengo a pediros oraciones, sacrificios y penitencias por el bien de muchas familias. Sed mis hijos e hijas que consuelan el Corazón de mi Madre siendo obedientes a la llamada del Señor.

Rezad por aquellos hijos que aún no han comprendido la razón de mi presencia aquí en Amazonas.

Dios pide de todos un sincero arrepentimiento de sus pecados y un cambio de vida. Lleva a todos mis hijos, el amor de mi Madre.

Gracias por vuestra presencia y por el amor que me dedicáis. Volved a vuestros hogares con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.